VALENCIA. Que el arte urbano puede presentarse entre cuatro paredes parece ser algo ya aceptado. La prolífica generación -todavía sin nombre- de artistas callejeros continúa explorando nuevas formas de imprimir su trabajo. Siguiente turno: Julieta XLF. La creadora inaugura este viernes 29 de abril la exposición Marea, que ocupará los muros de la librería Estudio 64 (C/Benicolet, 2) hasta el próximo 1 de junio.
"Se trata de experimentar con otros formatos y posibilidades creativas además de la pintura en la calle. En esta exposición trato de mostrar otra parte de mi trabajo, aquello que observo y me motiva, los objetos que encuentro en mis viajes y me inspiran, mis procesos creativos y mi entorno", explica la propia Julieta. Marea es la consecuencia natural de Mediterránea, el mural de 20 metros que realizó en 2015 en la ciudad de Messina (Italia). Confeccionado en el marco del festival Distrart, la pieza reflexiona sobre el mar como elemento de cohesión entre diferentes culturas y, también, como frontera.
El mar mediterráneo visto desde un punto de vista social y personal. En este caso, además, Julieta juega con la profundidad de los elementos, piezas creadas a partir de capas que distan en forma de las decenas de obras que se pueden ver por las calles de Valencia. "Son dioramas en papel, cartón y madera, cortando, pegando, pintando e ingeniándomelas para ensamblar las piezas, disfruto y trabajo de otra forma que también me gusta. Con todo, prefiero pintar muros que lienzos, que me dé el sol y el aire de la calle".
Nuevos formatos que dan un giro de tuerca al proceso creativo aunque sin modificar el estilo tan característico que ocupa murales de todo el mundo, con sus niñas de ojos cerrados como centro de la obra. "Los trabajos que hago para ser expuestos me gusta que aporten otra dimensión a lo que hago en la calle, que te pidan ir a verlos in situ, y que me divierta construyéndolos en el estudio", explica Julieta, licenciada en Bellas Artes y Máster en ilustración por la Facultad de San Carlos.
"Marea nace como concepto de lo que llega y se va, y eso implica tantas cosas y momentos de la vida... Incluye cada segundo que pasa y no vuelve. Una de las cosas que más me gusta de pintar en la calle es que me ayuda a trabajar el desapego. Lo que hago, lo que pinto, se queda sobre el muro en cualquier lado y algún día dejará de estar ahí, no se puede guardar ni acumular".