VALÈNCIA. Los teléfonos de los despachos de abogados echan humo estos días. La epidemia del Covid-19 en España y las medidas implementadas por el Gobierno han sumido en una gran incertidumbre al tejido empresarial que busca respuestas y asesoramiento en estos profesionales. «En estos momentos, la labor de los abogados es ayudar al empresario a superar esta situación. El empresario está acostumbrado a lidiar con el riesgo empresarial, pero siempre con un escenario más o menos claro. Ahora lo único cierto es que la pandemia va a acabar. Lo que no sabemos muy bien, es qué va a pasar después. Por ello tendremos que solucionarle los problemas -legales y fiscales- que le vayan surgiendo», apunta Carlos Pascual Vicens, socio director de Romá Bohorques Tax & Legal.
Carlos Pascual señala que lo que más les están pidiendo es información y asesoramiento ante la situación económica y la falta de claridad en las medidas económicas y jurídicas que el Gobierno está implantando para paliar la expansión del Covid-19. «Estamos todos en el despacho pendientes de los clientes, llamándoles uno por uno para ponernos a su disposición y darles información puntual de cada novedad y cómo les puede afectar esta situación, ayudándoles y asesorándoles sobre cuál es la mejor solución jurídica ante el estado de alarma en el que nos encontramos».
El gran problema que, hoy por hoy, tienen las empresas es la falta de liquidez, según Carlos Pascual, que señala que junto con las diferentes situaciones laborales (EREs, ERTEs, Permiso Retribuido Recuperable,…) es una de sus mayores preocupaciones, ya que muchas no van a tener dinero para afrontar los pagos regulares y sus obligaciones exigibles. «Estamos trabajando en soluciones encaminadas a la obtención de liquidez para las empresas. Desde el punto de vista jurídico y fiscal hay muchas opciones. Con mi experiencia como abogado concursalista y administrador concursal, y aunque a los empresarios el concurso es una opción a la que son muy reticentes, considero que es un mecanismo que, bien utilizado y a tiempo, podría servir para reestructurar la empresa y salir reforzado».
Esta crisis sanitaria y, por extensión económica, indudablemente, va a provocar un auge en el número de concursos presentados, frente a lo que Carlos Pascual comenta que «obviamente, los empresarios se lo van a plantear como una opción más, pero hay que hacerlo bien, ver si es exigible y si es indispensable, intentando llegar antes a un acuerdo de refinanciación con las entidades financieras para diferir en el tiempo el pago de ciertas obligaciones financieras o una reestructuración que les permitiese continuar sin necesidad de presentar concurso». Y para ello considera clave un aspecto del Real Decreto 8/2020 que «aportará mucha tranquilidad para los empresarios»: una moratoria de dos meses desde de que se levante el estado de alarma, tanto para los empresarios como para los autónomos que estén obligados a presentar el concurso de acreedores, en los que no estarán obligados a presentarlo, como para los acreedores, que tampoco podrán presentar concursos necesarios hasta dos meses desde de que se elimine el estado de alarma. «Así existe un margen para que los empresarios puedan recuperarse de esta situación excepcional».
Otra de las grandes preocupaciones es el qué va a pasar cuando se vuelva a poner el botón en ‘ON’ y el cómo va a responder la economía, la demanda, las políticas económicas… «El empresario está acostumbrado a vivir momentos tensos y de incertidumbre pero no como los de ahora. Por eso es importante que las medidas que se tomen sean efectivas desde el punto de vista sanitario y lo menos lesivas posibles, desde el punto de vista económico y empresarial. Tenemos una situación económica mundial mejor que en 2008, y pienso que estamos en una situación económica coyuntural. Este 2020 será muy duro, pero creo, igual que muchos analistas financieros, que en cuanto salgamos de la crisis sanitaria, la recuperación económica en 2021 será ágil, porque la estructura económica y empresarial es fuerte», asegura el abogado.
Esa visión es la que trata de transmitir a sus clientes ante esta situación extraordinaria en la que estamos viviendo, porque si algo tiene claro Carlos Pascual Vicens es que hay que dar siempre el máximo para alcanzar tus metas, aunque suponga un gran sacrificio y esfuerzo. Una máxima que le ha acompañado desde que empezó su trayectoria profesional, primero con las oposiciones a Notarías «que me sirvieron, además de para tener un profundo conocimiento jurídico, para ser muy ordenado, disciplinado y tener una gran capacidad de sacrificio», después, en su experiencia en Banif que le sirvió para reforzar su perfil financiero. Más tarde, en el despacho de su tío Julio Pascual de Miguel, comenzó su carrera en el ejercicio de la abogacía, que continuó en su paso por PwC, «donde, como en las demás Big Four, exigen mucho, te están evaluando continuamente pero es donde aprendí cómo gestionar equipos y proyectos, la forma en la que tienes que tratar al cliente y dar el mejor servicio, siendo algo más que un mero asesor jurídico».
Y el espíritu emprendedor de este abogado valenciano, de raíces jurídicas muy arraigadas en su familia, fue lo que le llevó a fundar su propio despacho, junto con su primo, Jorge García Pascual. «Siempre he tenido claro que quería decidir sobre la forma en la que asesoro a mis clientes. Coincidió que mi primo salía también de Gómez Acebo y decidimos montar el despacho juntos. Además, en ese momento, mi padre se jubilaba como notario y le ofrecimos que se sumara y participara como socio de referencia y senior counsel en el despacho, lo que ha significado un orgullo y una fuente inagotable de saber jurídico, empresarial y social». Así crearon Estudio Jurídico Carlos Pascual, que poco a poco, fue haciéndose un hueco importante en el espacio jurídico valenciano.
En abril de 2019, Estudio Jurídico Carlos Pascual se unía a Romá Bohorques Tax & Legal con el objetivo de convertirse en el despacho boutique de referencia en Valencia, Castellón y Alicante, «con los servicios y la forma de trabajar de un despacho grande pero más accesibles». Estudio Jurídico Carlos Pascual aportaba la experiencia y conocimientos en Mercantil-Bancario (en la figura de Jorge García Pascual) y Procesal-Concursal (en la figura de Carlos Pascual Vicens). Por su parte Romá Bohorques Tax & Legal aportaba, en la figura de Pablo Romá y su equipo, el expertise fiscal. «Siempre ha habido muy buena empatía entre nosotros y habíamos colaborado en algunos temas. Decidimos explorar la posibilidad de profundizar esa relación y vimos que lo mejor era integrar los despachos y ofrecer un servicio jurídico mucho más completo».
Esta situación no va a afectar a los planes de desarrollo y crecimiento que pusieron en marcha hace poco menos de un año con nuevas incorporaciones. Carlos Pascual comenta que «antes de que el coronavirus lo cambiase todo, estábamos trabajando en una búsqueda activa de talento para incorporar a abogados en las áreas de fiscal y legal para seguir en la senda de crecimiento y expansión ya iniciada». Objetivo con el que continuarán para ser el despacho boutique de referencia en Valencia, Castellón y Alicante.
Como tampoco quiere perder de vista su labor como docente en la Universidad Europea, donde es profesor en el Máster de Acceso de la Abogacía y en otros cursos de postgrado en la Universidad Europea. «Siempre me ha interesado el ámbito docente, ayudar, formar y guiar a los más jóvenes. Es un reto muy bonito porque la relación con los alumnos te exige mucha preparación de las clases y también es un mecanismo para estar al día, algo obligatorio es nuestra profesión», comenta Carlos Pascual Vicens.