MADRID (EP). Carlos Slim ha comprado un nuevo paquete de acciones de FCC, representativo del 0,18% de su capital social, de forma que ha elevado hasta casi el 27,5% su participación de primer accionista en el grupo de construcción y servicios.
Se trata de la tercera ocasión en menos de un mes en la que el empresario mexicano recurre al mercado para reforzar su porcentaje en la compañía.
La nueva inversión en FCC tiene lugar en vísperas de que el grupo lance su anunciada ampliación de capital de 709 millones de euros con la que pretende recortar un tramo de deuda y recapitalizarse.
En concreto, Slim ha adquirido en distintas operaciones en Bolsa realizadas entre los pasados días 12 y 14 de enero un paquete de casi medio millón de acciones de FCC, equivalentes al 0,184% de su capital, por un importe de 3,3 millones de euros, según consta en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El magnate ha elevado así hasta casi el 27,5%, concretamente hasta el 27,429%, el porcentaje del 27,245% que hasta ahora mantenía en la constructora, de la que Esther Koplowitz es segunda accionista de control con un 22,5%.
De esta forma, Slim se acerca a la cota del 30% que, según la ley, obliga a formular una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre el 100% de la compañía, un supuesto que llevaría a cambiar el acuerdo de socios que suscribió con Koplowitz cuando hace algo más de un año desembarcó en FCC.
La nueva inversión en FCC constituye una muestra más de la apuesta que el empresario está realizando tanto por el grupo como por su filial inmobiliaria Realia.
Slim ha garantizado la nueva ampliación de capital de la constructora, dado que no sólo se ha comprometido a suscribir e inyectar el porcentaje que le corresponde en función de su participación, sino que también se hará cargo de los títulos que eventualmente quedaran sobrantes.
En la actualidad, el grupo de construcción y servicios está a la espera de que la CNMV apruebe el folleto explicativo de la ampliación de capital con la que liquidará un destacado tramo de deuda, operación a la que la segunda accionista y vicepresidenta del grupo también se ha comprometido a acudir en función de la participación que tiene en la empresa que, de esta forma, no se verá diluida.