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crónicas por los otros / OPINIÓN

Carmen y Manola

Foto: EVA MÁÑEZ

Esta semana me cuesta no hablar de la Carmen Alborch solidaria. De esa Carmen preocupada por su entorno más cercano y más lejano. Porque Carmen también se preocupaba de lo que pasa lejos de aquí, en los países pobres a los que no se les presta casi atención

27/10/2018 - 

Carmen ha sido una mujer tan comprometida con muchas causas públicas, notorias, y cercanas como también con causas más desconocidas, anónimas y lejanas. Normalmente acudía donde le llamaban para apoyar un evento por una buena causa, para que su presencia sirviera de algo y para mostrar su apoyo a los más desfavorecidos. Tenía esa faceta solidaria de verdad y te hacía sentir su apoyo. Este es el recuerdo más vivo que tengo de ella con el que me quedo.

Siempre, siempre, siempre que la he llamado para contar con su apoyo en eventos benéficos y solidarios , he contado con su apoyo. Desde conciertos benéficos que organicé hace años para Fundación por la Justicia en el Botánico, en el MUVIM para la Fundación Voces o las subastas de One Day Yes.

Conseguía hacerte sentir que tus propuestas, proyectos y discursos sobre el Tercer Sector le interesaban… ¡cuando la realmente interesante era ella! Pero Carmen además de por su sonrisa, que tanto han destacado los medios estos días, destacaba porque escuchaba y escuchaba de verdad. Carmen ha destacado por múltiples facetas intelectuales y política pero yo me quedo con esta faceta solidaria. Esa es mi historia, mi conexión y mi unión con ella que me queda en el recuerdo… porque muchas personas hemos tenido la suerte de tener una historia con ella y esta es la mia.

Y cuando me he sentado a escribir sobre Manola, he pensado en Carmen de nuevo. Creo que no me equivoco si aseguro que a Carmen le hubiera encantado conocer a Manola. Una mujer fuerte como ella, luchadora y dedicada toda su vida en cuerpo y alma a su profesión: trabajadora social en salud mental.

Manola

Manuela Pascual Zapater, conocida como Manola, es uno de los referentes en materia de Salud Mental. Estoy segura que a ella no le gusta tener ese protagonismo ni que la destaquemos sobre otros y otras. Pero son sus compañeros de profesión y del sector quienes me hablan de ella y me dirigen a ella cuando hay que hablar de Salud Mental y de los servicios públicos.

Manola ha trabajado toda su vida en materia de salud mental como trabajadora social. Ahora ya se ha jubilado. Una gran pérdida para el sector porque la experiencia, sabiduría y profesionalidad que irradia por todos sus costados deja boquiabierto a cualquiera. Su enfoque sobre las intervenciones con problemas de salud mental, los centros donde son internados y los recursos con los que cuentan los cuestiona con argumentos que poco se pueden rebatir.

Ella comenzó en Bétera cuando aún era psiquiátrico y cuando aún se hablaba de manicomios, “locos” y locas”. En aquel entonces me cuenta que fueron pioneras, que formaba parte d un grupo de profesionales que trabajaban con medidas y un enfoque de integración total.

En la década de los 70 rompieron barreras y crearon unas casas dentro del recinto de Bétera donde trabajaban con las personas que tenían alguna enfermedad mental en su integración y en intentar crear un hogar para ellos. Y lo consiguieron.

Por ello, Manola pide en todo momento las casas o domicilios tutelados, el acompañamiento en momentos de crisis y no usar la medicación o la contención como medida de actuación y disponer de más recursos públicos. Defiende la profesionalidad del personal y recuerda que ellos y ellas empleaban todo el tiempo necesario para hablar con las personas en crisis y tranquilizarlos, no le importaba si era 20 minutos o más de dos horas. Y, sobre todo, con mucho amor.

Faltan recursos personales y económicos para poder trabajar la salud mental con otras líneas menos agresivas y con un fin único: la reinserción. El problema es cuando la gestión de centros para personas con enfermedad mental se convierte en un negocio donde se gana dinero, bien sea de las propias familias o por parte de la GVA con los tutelados y tuteladas. En este caso puede que no interese la reinserción fuera de estos centros, puede que no interese cambiar el tipo de intervenciones ni las técnicas con las que se trabajan más pasivas que activas, puede que no interese mover nada.

El presupuesto público y privado que se mueve alrededor de los centros de internamiento de las personas con enfermedad mental podría convertirse en un negocio que no interesa cambiar 

Manola asegura que todo ha cambiado mucho y que ahora las organizaciones privadas, ong's, realizan el trabajo al que las instituciones públicas no llegan pero defiende que no se ha de convertir en una manera de trabajar. Ella forma parte de la historia de la Plataforma en Defensa de Servicios Públicos de Salud Mental en la Comunitat Valenciana. Una plataforma que engloba diferentes organizaciones que trabajan en Salud Mental. Las instituciones públicas tienen una responsabilidad en esta materia y con el sector de la salud mental que no deberían dejar en manos de las ong´s.

La Plataforma

Hoy sábado la PLATAFORMA EN DEFENSA DE SERVICIOS PUBLICOS DE SALUD MENTAL convoca su manifestación y he querido publicar su manifiesto, me tomo esta licencia, porque quizá no todos ni todas vayamos a apoyarles físicamente o la manifestación se tenga que cancelar por motivos meteorológicos pero sí que considero importante saber qué piden, sus carencias y sus necesidades. Un manifiesto que vale la pena leer y conocer independientemente de la manifestación. Ahí va:

“De nuevo estamos aquí para manifestarnos; personas afectadas, familias, allegados, profesionales y colectivos implicados en la atención a la salud mental, para reivindicar unos servicios públicos comunitarios, suficientes y de calidad que se desarrollen en la comunidad (barrios, comarcas, pueblos...) para asegurar la cercanía y el desarrollo en los núcleos más cercanos de convivencia, y así, evitar el estigma y el aislamiento que se produce injustamente a diario con personas que sufren malestar psíquico y anímico.

Consideramos urgente la implantación de la atención domiciliaria en la red pública de Salud Mental; con personal preparado y formado adecuadamente, porque sabemos que en Salud Mental el potencial fundamental es el factor humano por delante de grandes tecnologías médicas, ya que se requiere de personas con actitudes sensatas y con capacidad para desarrollar vínculos que faciliten EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO Y LA CREACION DE REDES DE APOYO MUTUO, PILARES FUNDAMENTALES EN LA ATENCIÓN A SALUD 

CON MUESTRA VOZ QUEREMOS RECLAMAR LAS SIGUIENTES NECESIDADES:

1.- La implantación urgente de equipos multidisciplinares completos en las diversas áreas de salud, que desarrollen la atención domiciliaria y programas específicos de apoyo a las familias.

2.- Comunicación y coordinación de las Unidades de Salud Mental con las diversas organizaciones comunitarias: asociaciones de vecinos, culturales, lúdicas y creativas para generar soportes sociales y redes de apoyo mutuo.

3.- Que la rehabilitación sea comunitaria, se facilite en todas las áreas de salud mental y esté integrada en la red sanitaria pública.

4.- Que el gobierno de la Generalidad promueva YA el tan anunciado acuerdo de coordinación entre Consellerias, principalmente de Sanidad y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas o, la unificación de ambas.

Todas estas necesidades descritas se han venido reivindicando y exponiendo a las diversas instituciones y responsables políticos desde hace décadas. Tras reuniones y distintos planes de salud mental se han logrado algunas mejoras aisladas que aún no los que destacamos de máxima urgencia: viviendas autogestionadas, viviendas supervisadas y viviendas tuteladas, todas ellas ubicadas en la comunidad, evitando recursos regresivos que nos llevarían a otros tiempos.

Hacemos especial hincapié para la mejora real de las personas afectadas, en la importancia que tiene la reinserción laboral y para ello se precisa de: talleres prelaborales formativos e informativos y empleo con apoyo para facilitar el acceso al mundo laboral.”

Este manifiesto no puede explicar mejor la realidad que viven las personas afectadas y con enfermedad de salud mental, lo primero, y las carencias con las que trabajan cada día los profesionales del sector que no pueden, en ocasiones, porque faltan recursos de todo tipo.

La salud mental siempre ha estado vinculada a la ciudad de Valencia desde que el Padre Jofré diera su sermón en la Catedral pidiendo tratamiento adecuado para los “locos/as”, con los años se levantó el primer psiquiátrico del mundo en lo que hoy está la Biblioteca Municipal de Valencia y la patrona de la ciudad la Virgen de los Desamparados tuve su origen vinculado a la protección de los ajusticiados y “Ignoscents, Folls i Orats”.

Mucho ha llovido desde entonces pero siempre es bueno recordar los orígenes y la referencia que fue Valencia en el tema de la salud mental. Ojala volvamos a ser esa referencia.

La semana que viene … ¡más!

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