VALÈNCIA. Innovar en la construcción no es una tarea fácil y Casas inHAUS ha conseguido reconvertir un modelo que se ha mantenido durante décadas. La compañía valenciana ha conseguido que las casas prefabricadas ya no sean una fórmula low cost y las ha reconvertido en un elemento de lujo a través del diseño.
Este miércoles, la compañía ha sido galardonada con el premio CEEI a la mejor Trayectoria Empresarial por su dos años y medio prestando todo el ciclo de la construcción de una viviendas, desde el diseño hasta los muebles. Fundada por dos hermanos arquitectos, ya tienen más de 60 trabajadores y 35 construcciones a sus espaldas. "Somos hijos de albañil y hemos vivido todos los problemas de las obras de ladrillo", apunta Rubén Navarro López, al frente del Desarrollo de Negocio en Casas inHAUS. "No podíamos seguir haciendo casas como hace dos siglos".
Decidieron que querían poner en marcha una compañía con diseños cerrados aunque con medidas flexibles, que pudieran desarrollarlos en su almacén y transportarlos hasta las parcelas de sus clientes. Empezaron encargando la fabricación a empresas externas, pero no dieron con la adecuada, y al final decidieron abordar ellos mismos todo el proceso.
"Todas trabajaban en el low cost, en segundas residencias, y nosotros veníamos de un histórico de arquitectura de diseño, no queríamos hacer casetas de camping", reconoce. La compañía tiene un catálogo de 111 modelos distintos que renuevan de forma constante con su equipo e incluso realizan concursos con estudiantes a los que dan un premio económicos y dan royalties sobre sus diseños.
A partir de la elección, la compañía proporciona un precio cerrado que no varía si no se añaden extra y en siete meses es posible tener la casa armada, cuando una obra por el medio tradicional puede sobrepasar los dos años. Casas inHAUS transporta los módulos de hormigón macizos que realizan a medida en su fábrica y en tres horas ya tienen la estructura montada en la que es posible entrar.
Para poder transportarlos utilizan camino donde utilizado habitualmente para mover cosechadoras o barcos. "Es un camión especial que aguanta mucho peso, porque cada uno de nuestros módulos pesa unas 40 toneladas", apunta. "Es un transporte que dentro del sector de la construcción es raro porque es de mercancía especial".
El cofundador de Casas inHAUS asegura que sus paredes tienen un gran aislamiento y que todas sus viviendas tienen clase A de eficiencia energética. Además, ofrecen un servicio integral 360, en el que el cliente puede dejar en sus manos todos el proceso, desde la construcción, al interiorismo, a los muebles y la última limpieza. "Es un llave en mano a lo bestia", asegura.
Ahora se encuentran en fase de internacionalización, preparando su entrada en Francia. "Ese es el objetivo que tenemos a corto plazo", asegura. "Ahora es un momento en el que Europa está bien para recibir este tipo de construcciones". Actualmente tienen un departamento de arquitectura 22 personas y la parte de producción directa son 48 personas, además de 25 proveedores.
También se llevaron una sorpresa con el que sería su cliente. "Pensábamos vender chalets de dos dormitorios, pero vendemos casas de 380 metros a clientes que no pensábamos nunca que comprarían una casa modular", reconocen. La media de inversión es de entre 300.000 y 320.000 euros con chalets que ya están en el rango del lujo. Y es que tienen claro que en la era de la inmediatez, en la que el cliente quiere esperar lo mínimo, su producto encaja perfectamente.
La reactivación de las licencias de obras tras los retrasos durante la pandemia aumenta la actividad en la construcción modular industrializada de inHAUS