CASTELLÓ. (EP) El Ayuntamiento de Castelló ha recuperado y abierto al público el refugio antiaéreo de la plaza Tetuán, construido hace 81 años, para mostrar la "crueldad" de las guerras y sus consecuencias, con el objetivo de dar a conocer la historia de la ciudad y contribuir a la consolidación de la cultura de la paz, pero también para recordar a "los miles de hombres y mujeres que pagaron con su vida la defensa de la libertad y de la justicia, que hoy continúan en las cunetas y fosas comunes".
Así lo ha explicado este viernes la alcaldesa, Amparo Marco, para destacar que este es un día "muy especial" para los castellonenses, pues este refugio "desvela no solo los secretos que guardan sus paredes, sino que explica cómo fue la Guerra Civil en Castelló, cómo era la población civil en la época o cómo se vivía en su interior".
"Actos como el de hoy forman parte del objetivo que reclama la ley de mantener en la memoria a las víctimas, dignificarlas, hacer homenajes y saber cuáles son sus historias y qué injusticias sufrieron 81 años después", ha manifestado la primera edil.
La recuperación del refugio, desde octubre del año pasado, ha tenido un coste de 67.068 euros, financiado por el Ayuntamiento. A esta cantidad hay que sumar los 99.256 euros de gastos de la museización.
Se abre ahora al público "después del trabajo e implicación de muchas personas con la firme intención de contar nuestra historia, porque un pueblo sin memoria es un pueblo condenado al fracaso", ha subrayado la responsable municipal de Cultura, Verónica Ruis.
"Ahora reabrimos uno de esos espacios de defensa pasiva, donde miles de castellonenses se defendían atemorizados de los bombardeos que sufrió la ciudad durante la Guerra Civil", ha recalcado la edil, que ha incidido en que "a pesar de que Castellón desde el inicio del conflicto estaba distanciada del frente de combate, la población civil castellonense padeció mucho la guerra en su vida cotidiana".
Para Castelló, la Guerra Civil supuso la puesta en práctica de toda una nueva táctica militar: "el bombardeo masivo contra la población civil, utilizándolo como arma psicológica de romper la voluntad del enemigo".
La edil ha recordado así que la capital de La Plana fue atacada "de forma indiscriminada", tanto desde el aire como desde el mar en 44 ocasiones y con más de 160 víctimas mortales, numerosos heridos y la destrucción de numerosas viviendas y edificios oficiales.
"Estos bombardeos provocaron indignación, pero también la valentía de nuestros antepasados, que la utilizaron para construir decenas de refugios privados para refugiarse del terror", ha manifestado la concejala, para resaltar que Castelló contaba con casi 300 refugios privados excavados por los vecinos, "hombres y mujeres que también colaboraron con el Ayuntamiento en la construcción de los 43 refugios públicos con los que contaba la ciudad".
En estos refugios "se escondía la gente para salvar la vida cuando oían sonar la sirena en el Fadrí, ya que anunciaba que se aproximaba el horror de los bombardeos". "Si la sirena tocaba una vez, el bombardeo era aéreo, si tocaba cinco veces, era de barco", ha explicado.
Una vez en los refugios, "tenían que luchar contra el frío, la humedad y la oscuridad", aunque ha destacado que "los niños, a pesar del miedo, jugaban, incluso haciendo bolitas del mismo barro que tenía el refugio".
Por todo ello, la titular de Cultura ha subrayado que este refugio es "testimonio patrimonial de nuestra historia", y ha dado las gracias a las personas que "habiendo conocido la guerra, habiéndola padecido, habiendo nacido en la posguerra o habiendo vivido la dictadura no han dejado nunca de soñar, de creer y de luchar por los valores de la democracia".
El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha agradecido en nombre de la Generalitat Valenciana la museización que ha hecho de este refugio el Ayuntamiento, que "hará que recuperemos la memoria que nunca se debería de haber silenciado". "Hoy es un día no sólo de reparación, sino de dignidad y de justicia que debemos celebrar", ha aseverado.
Bajo este prisma, ve como "un honor poder ir recuperando la memoria del pueblo valenciano, que durante muchos años ha estado sólo reconstruida sin la ayuda de las instituciones, y eso es lo que puede volver a pasar".
"Lo importante -ha enfatizado- es que nadie nunca más pueda silenciar esa memoria y que ninguna institución vuelva a silenciar un pasado que no debería haber estado silenciado nunca". Marzà ha incidido al respecto en la importancia de que los niños conozcan los refugios, "parte importantísima del patrimonio cultural de los valencianos".
En concreto, las obras del refugio han consistido en la limpieza del recinto, la construcción de arquetas de recogida de aguas y fango acumulados desde su construcción, la instalación de luces y un sistema de alarma, la colocación de barandillas en las escaleras, la reforma y acondicionamiento del acceso natural y la construcción de uno nuevo, y un nuevo sistema de ventilación.
El remate de los trabajos ha consistido en el proyecto de museo y de señalización exterior e interior. Tras su inauguración, el recinto se puede visitar de martes a sábado, de 16 a 19 horas, y los domingos de 10 a 14 horas.