protestas al presidente en cuatro actos recientes

Castellón y Alicante dejan de ser territorios cómodos para Mazón

19/01/2025 - 

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, sigue sufriendo las protestas por su gestión de la Dana. Tal y como informó este diario, en las posteriores semanas a la catástrofe el jefe del Consell y su equipo cuidaron la agenda para evitar en la medida de los posible las convocatorias públicas en los núcleos urbanos de las zonas afectadas o en áreas donde la exposición del también líder del PP fuera excesiva.

Además, el presidente se dejó ver especialmente en Alicante y Castellón, áreas alejadas de la tragedia donde el riesgo de protestas y situaciones comprometedoras podía ser menor. Más aún, Mazón recibió un espaldarazo en actos como la Noche de la Solidaridad Alicantina celebrada en diciembre, donde el jefe del Consell jugaba en casa puesto que durante años fue director gerente de la Cámara Alicante, anfitriones de la cita.

Sin embargo, en los últimos días se ha comprobado que estas provincias han dejado de ser territorio seguro para Mazón, dado que también se han producido protestas -algunas más organizadas y pobladas y otras aparentemente más espontáneas- en actos fuera de Valencia, donde cabe recordar se produjeron hasta tres manifestaciones multitudinarias -en torno a las 100.000 personas- para reclamar su dimisión en las semanas posteriores a la Dana.

Así, el pasado 10 de enero el jefe del Consell acudió a visitar las obras de la nueva área de Urgencias del Hospital General de Castellón, encontrándose nada más bajar de su vehículo con algunos reproches de ciudadanos presentes. Una circunstancia que, según informó Castellón Plaza, provocó que la atención a medios se trasladara del exterior de Urgencias, tal y como estaba previsto, al interior del centro.
   

Un caso que podría parecer aislado pero que esta semana se ha repetido en dos ocasiones, en este caso en sendos actos en Elche y Alicante respectivamente. Primero fue en la tarde noche del jueves, cuando el jefe del Consell acudía al acto de nombramiento de Juan Perán como Hijo Adoptivo de la ciudad. Una veintena de personas esperaba la llegada de Mazón al otro lado del ayuntamiento para mostrar su rechazo tanto al presidente como a su gestión de la Dana, profiriendo cánticos como "no son muertes, son asesinatos", así como pancartas que rezaban "Fora assasins d'Elx", entre otros.

Menos de un día después, esta vez en Alicante, Mazón tuvo que enfrentarse de nuevo a protestas en una comparecencia pública. En este caso, se produjeron por partida doble, con motivo de su participación en la toma de posesión de la rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro. En primer lugar, la concentración  en torno a un centenar de personas en los accesos al paraninfo, con una enorme pancarta que rezaba ¡Mazón, dimisión! y, posteriormente, los reproches de varios jóvenes que interrumpieron el acto para protestar por la presencia del presidente de la Generalitat y culparle por su gestión el día de la Dana.

 

Mazón, preguntado posteriormente por la concentración, mostró su "respeto" por las protestas, para asegurar que vio en ellas a "algunas personas" que hace 30 años se manifestaban con él en la Facultad de Derecho "contra las tasas, en aquel momento, del Gobierno socialista". "Veo que siguen allí 30 años después. No sé bien por qué, pero me ha alegrado de verlos, porque antes se manifestaban por otras cosas. 30 años después siguen haciendo lo mismo", apostilló.

Este mismo sábado, el jefe del Consell ha vuelto a ser increpado durante una visita a Xilxes, de nuevo en Castellón, donde acudía para asistir al IV Centenario del Hallazgo de la Imagen del Santísimo Cristo de la Junquera, patrono de la población. Allí, varios vecinos le han recibido al grito de 'poca vergonya' y 'mentider'.

En este sentido, fuentes populares defienden que, tal y como el propio Mazón deslizó días atrás ante los reproches que recibió en un acto en Torrent, los organizadores y protagonistas de este tipo de protestas se encuentran bajo el paraguas de las formaciones de izquierdas. No obstante, más allá de que puedan mezclarse los ciudadanos indignados con otros activistas organizados y con mayor intencionalidad política, lo cierto es que este tipo de protestas en provincias alejadas de las zonas afectadas incrementan la incomodidad del jefe del Consell a la hora de ejecutar su agenda pública.

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