CASTELLÓ. Canet lo Roig ya tiene listo su camino de baldosas. Un camino que puede recordar al que tuvo que seguir Dorothy, en el El Mago de Oz, para llegar a la Ciudad Esmeralda. En efecto, los arquitectos del estudio alicantino La Erreria querían causar este efecto y llamaron a su proyecto Camino de baldosas amarillas, en alusión al clásico cuento. De este modo, entre once y doce mil baldosas- de tamaño muy pequeño- forman el nuevo recorrido que abraza, y da otra vida, al Calvario municipal.
"Hay dos caminos posibles", explican desde el estudio. "Uno más largo, pensado para las personas con movilidad reducida y otro más corto con escaleras, para quieren quieran atajar". A partir de aquí el destino es el mismo: una ermita de mediados del siglo XVIII, que forma parte del patrimonio histórico-artístico y cultural de Canet, te espera en lo alto de la cima. Pero hay más, porque también se ha construido un mirador desde donde observar el valle allí presente. “Las vistas son increíbles”, señalan desde La Erreria.
Lo que esconde este camino
El Camino de baldosas amarillas es, en realidad, mucho más que un camino. El proyecto, que obtuvo el segundo puesto en el Concurso Cerámico de Regeneración Urbana de la Diputación de 2022, también planteaba la creación de “nuevo vida” a su alrededor. Así, está previsto que poco a poco vayan plantándose árboles, fuentes y jardineras a lo largo de los 2.700 m2 que hay de superficie.
“Cuando te presentas al concurso de Regeneración Urbana tienes la opción de escoger muchos más emplazamientos. En nuestro caso, en seguida tuvimos claro que queríamos trabajar aquí. Se trata de un sitio emblemático, con mucha historia, pero que tenía una necesidad imperiosa de cambiar. Que la Diputación nos eligiera significó mucho porque, además, pueblos tan pequeños como este no suelen contar con fondos para proyectos de tanta envergadura”, afirman desde La Erreria. Fue en abril cuando las obras empezaron y hasta el pasado jueves, cuando después de medio año los trabajos concluyeron.
Ya listo, será en enero cuando el espacio quede inaugurado oficialmente. Si bien quien quiera puede acercarse ya. La idea es esa, que por fin el Calvario de la localidad, situado a la entrada de la población desde La Jana, pueda lugar de reunión para sus vecinos. “Gracias a la cerámica hemos conseguido crear una gran alfombra homogénea que te lleva hasta la ermita. Antes todo esto era tierra. Así, que solo con eso hemos conseguido consolidar un espacio público que ya existía, estaba ahí, pero no llamaba la atención. De hecho, hay incluso personas que no sabían que se podía subir. Ahora, la gente ya lo está empezando a hacer. Es un lugar ideal donde pasar los domingos”.
Convertir espacios que ya existen en lugares singulares y atractivos, es la receta que sigue La Erreria. Pero además en este caso, el estudio ha decidido alejarse de una construcción desmedida y ha aprovechado las posibilidades de paisaje. “Hemos conseguido generar una gran actuación arquitectónica de forma no agresiva. Se ha creado un manto que pasa desapercibido y, en cambio, pone en valor el espacio público”.