VALÈNCIA. Menos de año y medio resta para las elecciones municipales de 2023. Circunstancia que convierte este ejercicio en año preelectoral, en el que los partidos emprenderán sus procesos internos de preparación, tanto por el quién como por el qué. Y es que aún hay varias incógnitas sobre el tablero electoral del próximo año.
Sin embargo, pasada la mitad del mandato, en el Partido Popular de la ciudad de València ya han empezado a engrasar la maquinaria electoral. Aunque la política se haya convertido en una campaña constante, los populares han empezado a meter mano al contenido de lo que tendrán que ofrecer a los votantes en 2023.
Así, el grupo municipal que encabeza la portavoz María José Català -también portavoz en les Corts, secretaria general del partido a nivel regional y presidenta del PP local- se ha puesto manos a la obra. A partir de ahora, concejales y asesores populares deberán compaginar el diseño de las bases del futuro programa electoral del partido con el control al gobierno municipal que encabeza Joan Ribó.
Nutrida hasta ahora con bastante actividad en redes sociales y visitas a barrios y eventos diversos -además de la fiscalización interna del ejecutivo- la acción de ediles y asesores se encaminará también en los próximos meses a recoger propuestas e ideas. Català y su equipo han sentado a los integrantes del grupo municipal para repartir tareas y barrios y abarcar así toda la ciudad.
El complejo diseño de un programa atractivo empieza desde bien pronto, parecen haberse dicho en el partido, aunque, como se suele decir, no por mucho madrugar, amanece más temprano. Ahora bien, quizá los populares sí deberán añadir horas a su jornada de trabajo para evitar que, inmersos en la cita electoral de 2023, se resientan las labores de supervisión al ejecutivo de Compromís y PSPV.