VALÈNCIA. Once días después de la Dana, se ha enquistado una preocupación común entre los ayuntamientos de los municipios más afectados por el temporal: el riesgo de derrumbe en viviendas y edificios ocasionado por las intensas lluvias e inundaciones. En Catarroja (Horta Sud), la acumulación de agua en sótanos ha comprometido las estructuras de múltiples edificaciones, lo que ha obligado a las autoridades locales a actuar de manera urgente.
Hasta el momento, se ha procedido al desalojo de ocho bungalows situados cerca del Barranco del Poyo, que se desbordó el pasado martes 29 de octubre como consecuencia de las lluvias. También se han desalojado dos bloques de edificios en una calle próxima a la avenida Rambleta como medida preventiva. En declaraciones a Valencia Plaza, el vicealcalde de Catarroja y concejal de Personas Mayores, Jesús Monzó, ha explicado que las viviendas afectadas se encuentran en áreas especialmente vulnerables debido a las características del terreno.
"Los bungalows están sobre un antiguo solar, y el terreno ha cedido por las inundaciones. Aunque no todas las estructuras presentan daños visibles, desde el Ayuntamiento de Catarroja estamos realizando inspecciones técnicas para comprobar su estado", ha señalado Monzó. En ese sentido, ha asegurado que las revisiones se están llevando a cabo con la máxima rapidez posible, aunque ha reconocido las limitaciones: "El municipio es muy grande, pero estamos movilizando todos los recursos disponibles".
Las inspecciones preliminares han detectado problemas estructurales como vigas de carga dañadas o movimientos en las cimentaciones de los edificios. Según los técnicos municipales, algunos de estos daños podrían empeorar con el tiempo, por lo que se debe realizar un monitoreo constante en los próximos meses para determinar su evolución. "Nuestra prioridad es la seguridad de los vecinos. Actuar ahora nos puede prevenir de una tragedia mayor", ha destacado Monzó sobre la importancia de evitar cualquier riesgo para la población.
Las familias que han abandonado sus viviendas enfrentan situaciones distintas: hay quienes cuentan con la suerte de poder refugiarse en casa de algún familiar, mientras que otras han sido trasladadas a hoteles en la región, donde se les ofrece alojamiento gratuito hasta que puedan regresar a sus hogares o ser reubicadas de forma definitiva.
Por su parte, las personas mayores, una de las poblaciones más vulnerables en esta emergencia, están siendo ingresadas en residencias a través de un proceso acelerado y gestionado por la Conselleria de Servicios Sociales. Esta medida busca evitar que queden en una situación de desamparo, especialmente, aquellas que no tienen redes familiares en el municipio. "A medida que se liberan plazas en residencias, vamos reubicando a los mayores con la máxima rapidez. La prioridad es que permanezcan en un entorno seguro y protegido", ha indicado Monzó a este diario.
Del mismo modo, en casos en los que las familias tienen la posibilidad de reubicarse junto a sus allegados, el ayuntamiento proporciona asistencia logística, como transporte o recursos básicos. Además, se han habilitado centros de acogida temporal en localidades cercanas, entre los que figuran el Hospital Militar de Mislata y diversos pabellones deportivos. Según Monzó, estas instalaciones cuentan con servicios básicos para garantizar una estancia digna mientras se resuelve el problema habitacional en Catarroja.
Ante la magnitud de la emergencia, el Ayuntamiento de Catarroja ha puesto en marcha un amplio dispositivo de ayudas para garantizar la asistencia a los vecinos y vecinas afectados. De este modo, se han habilitado puntos de información en la plaza del Mercado y en la propia casa consistorial, donde el personal especializado ofrece asesoramiento sobre los pasos a seguir en caso de desalojo o daños materiales. Además se han dispuesto las siguientes líneas telefónicas para resolver dudas o reportar emergencias relacionadas con la situación: 96 126 00 92; 607 07 21 77 y 673 000 670.
Los vecinos que necesiten contactar con el ayuntamiento pueden hacerlo a través de los números habilitados para emergencias y asistencia sanitaria. Asimismo, Monzó ha solicitado que los edificios donde residan personas en situación de vulnerabilidad sean identificados con una sábana blanca en la fachada para facilitar las labores de los equipos de rescate y asistencia. Por otra parte, el consistorio ha reforzado la distribución de bombonas de butano en las zonas más afectadas y ha habilitado farmacias de guardia para garantizar el acceso a medicamentos. "Hasta hace un par de días, no teníamos nada", ha añadido Monzó.
También se han organizado puntos de recogida de residuos, ya que las calles anegadas dificultan el acceso de los camiones de basura. El vicealcalde de Catarroja ha subrayado que estas medidas son esenciales para mantener la higiene y seguridad en un contexto de emergencia: "Estamos haciendo un esfuerzo titánico por devolver algo de normalidad a los vecinos, pero necesitamos la colaboración de todas las administraciones para superar esta crisis".
La gestión de esta crisis no ha estado exenta de críticas en la última semana. En primer lugar, la respuesta inicial del servicio de Emergencias 112 fue "insuficiente" y "llegó demasiado tarde". Según Monzó, "muchas personas ya estaban luchando por salvar su vida cuando sonó la alerta" y, en ese sentido, considera que "la coordinación entre las administraciones falló desde un primer momento".
Más aún, la primera ayuda vino por parte de las personas voluntarias y el equipo de Servicios Sociales de Catarroja, quienes "se volcaron en atender a la población". No obstante, Monzó ha reconocido la magnitud del desafío: "Esta catástrofe ha afectado a los más de 30.000 habitantes de Catarroja y ha dejado un impacto devastador en el municipio, desde daños estructurales hasta la pérdida de casi el 90% del parque automovilístico".
En la actualidad, los equipos técnicos y de emergencias siguen trabajando en las zonas más afectadas del municipio. Mientras se realizan inspecciones en viviendas y edificios públicos para evaluar los daños y evitar nuevos riesgos, también se ha iniciado la limpieza en sótanos y parkings, ya que quedaron completamente inundados tras la Dana.