VALÈNCIA. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha convocado este martes 6 de agosto una Comisión de Desembalse extraordinaria del sistema Turia para analizar la situación de sequía que atraviesa la Demarcación y tomar medidas restrictivas al respecto.
Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ha trasladado que las restricciones acordadas frente a la actual situación hidrológica se encuentran en el 15%. Además, frente a las previsiones de que los embalses sigan descendiendo en volumen, ha agradecido que "los regantes hayan aceptado ir al máximo de restricción".
Otra de las medidas acordadas en la Comisión, y recogida en el Plan Especial de Sequía, consiste en que el consumo de agua de València y del área metropolitana será garantizado en un 80% por el Júcar y en un 20% por el Turia. Esta medida, con carácter inmediato, modifica los porcentajes establecidos hasta ahora: un 75% del agua del Júcar y un 25% del Turia.
El director de la Confederación ha matizado que "no hay restricciones al abastecimiento urbano". No obstante, el presidente del Sindicato ha estimado los regantes afectados en 20.000, quienes "van a ver mermada las concesiones en favor de garantizar que haya más agua".
Del mismo modo, las restricciones aplicadas al regadío se dividen entre las de la Vega del Turia, que se sitúan en el 15%, y los usuarios del canal Camp del Turia, más modernizado y con pozos a su disposición, establecidas en el 20%.
No obstante, el presidente del Sindicato de Regulación de las Aguas del Turia y representante de los regantes afectados por las medidas, José Alfonso Soria, ha instado al gobierno central y a la Confederación a elaborar los proyectos necesarios para "reutilizar todas las aguas que depura Pinedo y poderlas reutilizar en la Vega de València y compensar así las agua del sistema Turia".
Con las restricciones implementadas, el director de la Confederación prevé ahorrar 85 hectómetros cúbicos al final de la campaña. Además, según ha explicado, las precipitaciones este año se encuentran próximas a los mínimos históricos, lo que ha ocasionado "una merma en las aportaciones de los embalses". Más concretamente, aquellos que dependen del Júcar se encuentran con un volumen de 370 hectómetros.
Sin embargo, Miguel Polo afirma que "la situación es muy incierta" y que no descartan cambiar de escenario, pese a que deben verse
Durante la comparecencia antes los medios, el director Miguel Polo también ha repasado todas las medidas que se han implementado desde que se dio la situación de sequía.
A principios de 2024, la Confederación Hidrográfica del Júcar se reunió con los usuarios afectados, sobre todo con los pertenecientes al sistema Palancia, así como llevó a cabo campañas de difusión en redes sociales.
El 14 de marzo se realizaba la declaración formal de situación excepcional por sequía extraordinaria, lo que conllevó el adelantamiento de las comisiones de embalse a ese mismo mes. A la vez, se implementaron restricciones en algunos sistemas como en Mijares, donde fueron de un 10%. Sin embargo, en otros sistemas como el de Maestrat-Senia o Palancia las restricciones notificadas fueron menores que las impuestas por la propia naturaleza.
Adicionalmente, y a partir de este momento, se incrementó el control de la Policía de Cauces frente al cumplimiento de los caudales ecológicos, los cuales permanecen intactos.
Además, la Confederación se ha reunido recientemente con los municipios en riesgo de inundación tras los meses de sequía para prevenir cualquier incidente.
Sin embargo, Miguel Polo descarta hacer grandes obras frente a la sequía, las cuales afirma "serían un error" porque sirven para solventar problemas estructurales y no puntuales.
No obstante, las obras de emergencia que se han hecho hasta el momento son los despesques (la extracción del exceso de masa piscícola sacando especies invasoras de forma selectiva) para garantizar la calidad de las aguas en embalses con una situación crítica, como es el caso del de Ulldecona, con menos de un 1% de agua; y el equipamiento de pozos frente a la sequía, como es el caso del sistema de Ulldecona, que permite ayudar al abastecimiento del municipio. Esta última medida se ha llevado a cabo tanto con pozos ya existentes como con la autorización de nuevos.
Las aguas que llegan a la Albufera, tal y como ha indicado el presidente del Sindicato, son "aguas sobrantes de los regadíos de la Vega y del Júcar, retornos de riego". Por ello, al disponer los regantes de menos aportaciones por las restricciones, habrá menos sobrantes para la Albufera.
No obstante, cualquier cantidad mermada, según indicaron desde la Confederación, será mínima, pues los regadíos más afectados son aquellos que dependen del Turia, así como el paraje natural recibe "aportaciones enormes en campaña de riego".