VALÈNCIA (EP). El Horno-Pastelería de San Nicolás, ubicado en el distrito de Ciutat Vella, cierra este martes sus puertas, tras más de 300 años de historia en el centro de València, por no poder adecuarse el establecimiento, en su ubicación actual, a la normativa sanitaria por el elevado coste que supone para su gestor, tal y como ha confirmado el propio Ramón Chinillach en declaraciones a Europa Press.
Chinillach, que lleva 12 años al frente del local, ha admitido que el obrador "necesita cambios estructurales" e intervenciones en los suelos, los techos y la instalación eléctrica, entre otras cuestiones. Todas estas reformas suponen un coste cercano a los 30.000 o 35.000 euros, que no puede afrontar, al tiempo que ha reconocido estar "agotado" por la situación.
"Solo soy un simple pastelero", ha afirmado, emocionado, Ramón Chinillach tras el mostrador del Horno de San Nicolás. "Es una pena que tenga que cerrar un negocio con más de 300 años de historia pero hay que cumplir con la normativa", ha apuntado.
Pese a encontrarse en una zona turística, el negocio ha tenido una gran parte de clientela fija de vecinos de la zona y restaurantes cercanos que encargaban productos personalizados a esta pastelería tracidional, ha destacado Chinillach. Todos ellos, asegura, le han mostrado su cariño durante estos días tras anunciar el cierre.
El pastelero ha señalado que están trabajando para solucionar la situación de sus cinco empleadas. "Son todas muy profesionales y maravillosas", ha asegurado a la vez que ha confirmado estar ayudándolas a encontrar un nuevo empleo.
Desde la asociación de vecinos y comerciantes Amics del Carme se han hecho eco del cierre del establecimiento y creen que el Ayuntamiento de València "debería tomar cartas en este proceso deshumanizador que padece Ciutat Vella".
"València se convertirá en un desierto. Los negocios serán los necesarios para visitantes, no para las valencianas residentes", ha lamentado en un mensaje en su cuenta de la red social X, donde ha relacionado el cierre con la "turistificación", a la que ha reclamado poner "freno".