VALENCIA. Los nueve parlamentarios electos de la confluencia A la Valenciana (formada por Compromís, Podemos y Esquerra Unida) recogieron este martes sus credenciales en el Congreso de los Diputados. Un paso previo a la constitución de la cámara que tendrá lugar el próximo 19 de julio y para la que la coalición tiene un objetivo: la consecución, esta vez sí, de un grupo parlamentario propio.
Las sensaciones, al menos así lo trasladan desde las distintas fuerzas que componen esta alianza, es que en esta ocasión se producen variables que incrementan las opciones de que A la Valenciana disponga del citado espacio en el Parlamento, una condición que reporta una sustancial mejora económica además de una mayor visibilidad.
¿Por qué A la Valenciana puede lograr lo que no consiguió És el Moment el 20D? Los factores son diversos y aunque ninguno es determinante, sí contribuyen a que exista cierto optimismo entre los diputados de la confluencia.
En primer lugar, el panorama de mayorías ha cambiado. Paradójicamente, la mejora de resultado del PP complica notablemente la posibilidad de un gobierno de izquierda pero puede mejorar las perspectivas para la Mesa del Congreso. Tras el 20D, el PSOE cedió la mayoría de la Mesa del Congreso a la suma PP-Ciudadanos para hacer presidente a Patxi López, una estrategia que quizá ahora pueda cambiar dado que, con el horizonte de un gobierno en minoría con Mariano Rajoy al frente, a los socialistas podría convenirles que la Mesa tuviera una mayoría de izquierdas.
En este contexto, desde A la Valenciana recuerdan que desde Podemos se ha introducido la necesidad de respaldar los grupos propios catalán, gallego y valenciano en la negociación con el PSOE. Una fórmula a la que los socialistas se mostraron reacios en su día pero que ahora no parecen descartar. Desde la coalición, se esboza que los nueve miembros de la Mesa se repartieran de la siguiente manera: tres para el PP, uno para Ciudadanos, dos para PSOE, dos para Podemos y uno para un representante del conjunto de fuerzas nacionalistas.
Como segundo factor, la posición de Podemos ha evolucionado. Al menos así lo consideran fuentes de Compromís, que ven una mayor determinación ahora que tras el 20D para apurar las opciones de los grupos propios. Tras el mal resultado obtenido en los comicios, la formación morada prefiere evitar una desintegración de sus alianzas territoriales por no mantener los acuerdos hasta el final.
En esta línea, otra circunstancia interesante favorable para la consecución del citado grupo, es la experiencia de lo ocurrido en la anterior ocasión, cuando los diputados valencianos de Podemos decidieron no firmar la solicitud ante el temor de que el rechazo por parte de la Mesa les condujera directamente al Grupo Mixto. Al no tener garantía por escrito del organismo parlamentario, no se asumieron riesgos y dejaron que los cuatro diputados de Compromís presentaran con su firma la petición, un intento condenado al fracaso dado que no sumaban siquiera las cinco firmas mínimas a priori obligatorias.
No obstante, pocos después, en esa misma tanda se produjo una situación similar con el intento fallido de IU con ERC, sin que éstos últimos tuvieran que recaer obligatoriamente en el Grupo Mixto. Un precedente muy reciente que podría actuar como garantía para los podemitas.
Por otro lado, y aunque el partido que lidera Pablo Iglesias no quisiera apurar las opciones, en esta ocasión el representante de Esquerra Unida, Ricardo Sixto, sí está dispuesto a estampar su firma con lo que al menos habría las cinco necesarias para incrementar las posibilidades de éxito de la empresa.
Además de estas circunstancias, fuentes del Congreso consideran que, en general, se percibe una mayor flexibilidad de los grupos en esta ocasión. De hecho, hay quien no descarta que el PP pueda replantearse su enroque en esta posición: la legislatura camina hacia un posible gobierno en minoría por el que los populares van a necesitar muchas alianzas con lo que no pueden cerrarse demasiadas puertas. De la misma manera, Ciudadanos también podría replantearse su negativa a la creación de estos grupos propios, o al menos así lo piensan fuentes de Compromís, si bien desde Podemos no son tan optimistas y consideran que todo dependerá del camino que opte por tomar el PSOE: si hay Mesa controlada por la izquierda, habrá posibilidades de grupo y si no, a su juicio será casi imposible.
En este sentido, cabe recordar que el Reglamento del Congreso para la concesión de grupos parlamentarios está sujeto a la interpretación de la Mesa, algo subjetivo que a lo largo de los últimos años ha propiciado las concesiones más variopintas.
"El PSOE debe elegir una vez más"
Este martes, durante los trámites del Congreso, el portavoz de Compromís Joan Baldoví en la cámara subrayó que el PSOE "debe elegir una vez más si quiere un gobierno presidido por Rajoy o si quiere intentar llegar a un gobierno de cambio". En esta línea, aseguró que existe "una posibilidad de conseguir una Mesa del Congreso donde el PP y Ciudadanos no tengan mayoría".
Por su parte, Àngela Ballester, representante de Podemos, manifestó que la nueva legislatura "supondrá la vuelta a la centralidad de la vida parlamentaria y tener la capacidad de influir en el próximo Gobierno". Ballester añadió que lo que puede afectar "negativamente al gobierno valenciano es un gobierno de Mariano Rajoy poco respetuoso con los valencianos".
En cuanto a Ricardo Sixto, diputado electo de EUPV en la coalición, reiteró que están dispuestos a trabajar "para alcanzar cualquier otra alternativa a Rajoy”. Además, el diputado valenciano recordó que firmaron un acuerdo "para formar un grupo valenciano en el Congreso, y recurriremos a todos los estamentos sin descartar el Tribunal Constitucional para conseguirlo".