Cambio climático, demografía, recursos naturales, revolución digital y desigualdad tendrán un efecto transformador en la economía y en el tejido empresarial
MADRID. La actividad humana está teniendo un impacto devastador en nuestro planeta y si no cambiamos rápidamente nuestro comportamiento, la Tierra como la conocemos hoy en día no existirá mucho más tiempo. Por ello, hay que actuar ahora para evitar la catástrofe. Enfrentar el cambio climático y la contaminación marina es crucial para salvaguardar un futuro sostenible, para nosotros y para las generaciones futuras.
La forma en la que comemos, compramos, consumimos y producimos tiene que ser desafiada y repensada. Sólo tenemos un planeta, y nos corresponde a nosotros preservarlo. Abordar estos problemas es fundamental para crear empresas sostenibles en todos los sectores que, a su vez, impulsarán los rendimientos futuros en todas las clases de activos.
En este contexto, existen cinco tendencias estructurales que debemos tener en cuenta y que tendrán un efecto transformador en nuestras economías los próximos años y en las empresas que las forman:
Actualmente una cartera diversificada con inversiones en compañías líderes que cuente con modelos financieros sostenibles y las mejores prácticas empresariales debería de superar los ciclos económicos con una volatilidad similar a las que no lo tienen pero con mejores rendimientos. Dada la escala y el ritmo de la revolución de la sostenibilidad, es probable que este sea el mayor impulsor de los rendimientos de las inversiones en el futuro. Por lo tanto, es clave identificar los modelos de negocio que están mejor posicionados para beneficiarse de esta oportunidad. La sostenibilidad podría ser el mayor impulsor de los rendimientos de las inversiones en la historia moderna.
José Couret es Managing Director de Lombard Odier en España