Según la portavoz de C's, su propuesta supondría además todo un impulso para la economía valenciana
VALENCIA.- Un porcentaje mínimo de productos ecológicos es la nueva idea de Ciudadanos para fomentar la agricultura ecológica y evitar el uso de pesticidas en los cultivos valencianos. La portavoz de Ciudadanos (C's), Carolina Punset, anunció este viernes que su partido ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) de tramitación urgente para fomentar los productos ecológicos frente a los convencionales en la Comunitat.
Uno de los puntos claves de esta PNL es, para Punset, implementar una cuantía (que se incrementaría de forma progresiva) de hortalizas, frutas y verduras ecológicas en los menús de los comedores escolares y de los centros públicos. Porque "no hay que limitarse, como hace el Consell a reclamar mejor financiación, sino que hay que hacer lo que haría cualquier buen gestor de una empresa: un plan estratégico para potenciar los sectores de nuestra comunidad que pueden generar empleo y dinamizar la economía". Curiosamente, su plan incluye un tipo de productos que, según el documento en que se basa, es más cara que la tradicional.
Según la portavoz, esta medida no tendría coste para la Generalitat, puesto que se incluiría en el precio de los cáterings, por lo tanto, el coste sería asumido por los padres, en el caso de los colegios. Punset citó un estudio de Punt de Sabor, avalado por la Unió de Llauradors (ya que depende de ella), en el que asegura que el incremento sería de 16 euros por alumno al año.
La portavoz explicó con esta PNL, C's "aboga por promover medidas para el desarrollo y la mejora de la agricultura ecológica de la Comunitat Valenciana", al entender que esta es la "rama del sector que tiene ventajas ambientales y que es más rentable para el productor". Ambas afirmaciones son discutibles desde un punto de vista científico.
Según aseguró, su proyecto no sólo tendría ventajas para los agricultores, sino que además supondría todo un impulso para la economía, al margen del boom del ladrillo. "Volver a incidir en un crecimiento desmedido de la construcción no nos ayuda en nada a retener un turismo de calidad y ese turismo busca mantener nuestro paisaje, caracterizado por la huerta. Por eso la agricultura es complementaria y beneficiosa para crear sinergia positivas con eso que nos da de comer" dijo Punset. Aquí no aportó informe alguno que avalara sus palabras.
Sin embargo, además de muy discutible científicamente, el informe de Punt de Sabor es bastante cuestionable. A su favor hay que decir que no apuesta por un cambio radical ni imposiciones, sino avanzar paso a paso hacia su objetivo. También es sincero a la hora de reconocer que es más cara. Sin embargo, la cifra que ofrece sobre el incremento que supondría es difícil de creer, ya que sólo incluye el precio de las materias primas y no el de instalar en los centros una cocina escolar.
Otro fallo del informe es a la hora de contar los llamados “kilómetros alimentarios” es decir, el coste de enviar el material a los centros. En el cálculo solo se tiene en cuenta la distancia pero no el número de viajes (si hay varios proveedores) ni que el precio de este “kilómetro” depende también de la carga. Además, pasa por encima del tema de los controles sanitarios como si los productos ecológicos no los tuvieran, cuando son precisamente los que más alertas sanitarias provocan (en proporción al porcentaje que representan en el mercado de la alimentación).
Por último, identifica al pequeño productor con la comida ecológica, lo que no es cierto: en EEUU, por ejemplo, el mercado minorista está controlado por el gigante Whole Food.
Punset ya demostró su interés particular por los el ecologismo. A parte de liderar varios movimientos en Altea, la líder de C's publicó en 2013 un libro sobre sus experiencias y reflexiones sobre la ecología ("política de la vida" como lo llama ella). Así que, esta propuesta, supone un paso más en su trayectoria verde.