VALÈNCIA. Este miércoles estaba previsto que el pleno de Les Corts pusiera por fin punto y final a la reforma de la Ley de la Sindicatura de Comptes. Una iniciativa en la que los grupos parlamentarios llevan trabajando diecisiete meses. Sin embargo, Podemos, PSPV, Compromís y Ciudadanos acordaron retirar en el último momento este punto del orden del día. Con el Partido Popular en contra, la votación para aprobar la modificación se aplazaba al mes de septiembre.
Los riesgos de haber continuado con el debate este miércoles eran altos. Ciudadanos advirtió al resto de grupos que se abstendría en la votación de la norma, a pesar de haber estado desarrollando la reforma junto con los otros grupos en comisión. Es decir, no tomarían partido. Y todo después de haber estudiado y planteado sus propias enmiendas a la reforma esbozada por Podemos para renovar la ley vigente que aprobó el Gobierno de Joan Lerma en 1985 ¿Los motivos? No dan abasto.
El partido naranja "continuaba enviando enmiendas transaccionales a la reforma de la ley este martes por la noche, tan solo unas horas antes de abordar el debate", apuntan desde el grupo de Fran Ferri (Compromís). No obstante, el partido naranja se defiende y denuncia que las enmiendas registradas esa misma mañana, una hora antes del debate, eran de otros grupos parlamentarios. Razón por la que no podían estudiarlas con el detenimiento requerido para fijar una posición u otra en la votación de la reforma. Esta coyuntura provocó que, antes del pleno, el portavoz de Ciudadanos en la comisión de Coordinación, Organizacióny Régimen de las Instituciones de la Generalitat -donde se ha tramitado esta Proposición No de Ley- Tony Woodward, solicitara al resto de grupos "más tiempo" para estudiar las últimas enmiendas presentadas, así como la ley en su totalidad. De no hacerlo, los naranjas tenían adoptada una decisión: o votarían en contra o se pondrían de perfil en la votación. Pero en ningún caso la apoyarían.
"Hay que comprender la particular situación en la que se encuentran ahora mismo porque están realizando reajustes en el seno del grupo y adaptándose al nuevo ritmo de trabajo" apuntan desde Podemos. Con esto, el Botànic decidía concederles su deseo. No era para menos: debían evitar a toda costa la abstención o negativa de los naranja. Pues sin el apoyo de Ciudadanos, el tripartito no sumaría los votos requeridos para tramitar la norma -tres quintos de la Cámara valenciana, 60 diputados- y la reforma de la Sindicatura no pasaría del ambar al verde después de estar casi año y medio con ella entre manos. "Incluso con los diputados no adscritos nos hubiéramos quedado a un voto de sacarla adelante", subrayan fuentes parlamentarias de Podemos.
"No teníamos ningún argumento para tener que abordarlo este pleno sí o sí. Puede esperar a septiembre", añadía un diputado de Compromís presente en la comisión de Coordinación en la que se ha venido debatiendo sobre la reforma de la norma.
Mientras tanto, el síndic de Podemos, Antonio Montiel, justificaba a los medios que no solo se había pedido el aplazamiento para poder continuar negociando las enmiendas transaccionales que quedaron pendientes en la comisión del pasado martes, sino también para poder abordar el acuerdo del pasado 21 de junio de todos los tribunales de cuentas con propuestas a las comunidades para agilizar la rendición de cuentas de las entidades locales. Un argumento cuestionado por la síndica popular, Isabel Bonig: "Que no les engañen, se retira porque no tienen los tres quintos, 60 diputados".
El grupo de Albert Rivera en Les Corts vio mermado su volumen en un 30% -de 12 diputados, quedan nueve- el pasado 23 de junio. Si bien la comisión en la que se debatía la reforma de la Sindicatura de Comptes está ocupada por la síndica de Cs, Mari Carmen Sánchez, en calidad de vicepresidenta de la Mesa, y el diputado Woodward como portavoz, ambos bajo las siglas de Ciudadanos, lo que sí es cierto es que los naranjas comienzan a aquejar la marcha de Alexis Marí, David de Miguel, Alberto García y Domingo Rojo que este miércoles ocuparon ya sus escaños de no adscritos.