VALÈNCIA. La reforma de la ley electoral que plantea el Botànic y cuya modificación más sustancial es la rebaja del listón electoral del 5% al 3% vuelve a quedar en el aire en esta legislatura por enésima vez. Y, de nuevo, quien podría hacerla inviable este mandato vuelve a ser el grupo parlamentario Ciudadanos, que precisamente por su situación actual -la debacle en las elecciones catalanas o la desaparición en la Asamblea de Madrid tras las madrileñas del pasado 4M- es una de las formaciones a las que más conviene un cambio de este calado.
La posición dentro del grupo parlamentario no es unánime, puesto que hay diputados que se niegan en rotundo a bajar el listón porque consideran que esta reforma "beneficiaría a los partidos de izquierdas y perjudicaría a la derecha". Posicionamiento que, no obstante, no es nuevo. Hace unas semanas, tal y como publicó este diario, la mitad de los diputados mostraron su malestar y disconformidad con el hecho de que la síndica, Ruth Merino, asegurara en una rueda de prensa tras la Junta de Síndics que presentarán enmiendas a esta ley.
Un escenario que varios de los parlamentarios ni siquiera contemplaban porque estaban "en contra" de validar los cambios que propone el Botànic en el texto que hasta el 18 de junio podrán enmendar el resto de fuerzas políticas. La revuelta interna surgió cuando el grupo todavía lo componían 18 diputados, y aunque desde entonces cuatro parlamentarios críticos con la dirección del grupo y del partido han abandonado las siglas naranjas y se han marchado a no adscritos, con ello la división en torno a esta cuestión no se ha disuelto.
Los parlamentarios que se han ido de Ciudadanos, cabe recordar, son José Antonio Martínez, Jesús Salmerón, Sunsi Sanchis y Cristina Gabarda; los cuatro son afines del exsecretario de Organización, Emilio Argüeso, y contrarios a bajar el listón al 3%. Sin embargo, existen otros diputados que continúan en Cs que también son afines a este sector y comparten el mismo criterio en cuanto a la reforma de la ley electoral valenciana. Entre ellos, según fuentes del grupo consultadas por este diario, Patricia García, Yaneth Giraldo y Vicente Fernández.
De hecho, con la marcha de los cuatro parlamentarios que se produjo la semana pasada las amenazas de fuga no se disiparon. Y la sospecha que existe en el grupo parlamentario es que se producirán más bajas en los próximos días y que, precisamente esta cuestión, la reforma de la ley electoral, podría ser el detonante para que estos parlamentarios contrarios a la reforma tomasen la decisión de marcharse a no adscritos en una "operación" de salidas por "goteo".
Esta discordancia interna supone un problema, y no pequeño. Si ahora mismo la dirección nacional, por razones obvias, decidiera cambiar su posicionamiento y trasladar a su grupo parlamentario en Les Corts que deben votar a favor de la rebaja del listón electoral del 5% al 3%, podría darse la situación de que estos parlamentarios críticos con esta reforma pudieran romper la disciplina de voto. Con que lo haga tan solo uno de ellos, el Botànic ya no podría sacar adelante su proyecto de ley.
El tripartito que integran PSPV, Compromís y Unides Podem suma actualmente 52 diputados. Por lo que sin los 14 votos de los diputados que actualmente componen Ciudadanos, la reforma está abocada al fracaso porque harían falta dos tercios de la Cámara, 66 votos.
En cualquier caso, varios diputados que admiten que el sector crítico con la LEV no esconde su rechazo, tampoco descartan que la dirección nacional pudiera tomar la determinación de no cambiar de posicionamiento a pesar de su situación actual por la duda que genera que Cs pudiera siquiera superar la barrera del 3%.