VALÈNCIA (EFE). España se ha convertido en uno de los destinos preferidos de los nómadas digitales, un colectivo que ha crecido exponencialmente tras la pandemia y al que ciudades costeras, principalmente, pero también del centro y norte del país intentan atraer con programas y servicios hechos a medida para estos cotizados profesionales.
Con trabajos cualificados y salarios habitualmente más altos que la media, los nómadas digitales pueden trabajar exclusivamente de forma remota y, por tanto, vivir en cualquier parte del mundo con un único requisito: disponer de acceso a internet.
De ahí que muchos países, como Portugal, México, Tailandia, Indonesia o España, hayan puesto en marcha diferentes estrategias para captar a estos trabajadores en remoto, como la implementación de ventajas fiscales o la creación de visados que, en el caso español, permitirán entrar y residir en territorio nacional a profesionales autónomos y empleados extranjeros por un período de hasta cinco años.
España no quiere desaprovechar un fenómeno que está en expansión y sus ciudades, tampoco. Desde Barcelona hasta Alicante, Málaga, Las Palmas o Madrid, son muchas las localidades que han creado plataformas para atraer a estos profesionales y facilitarles el aterrizaje. La carrera por seducir a los codiciados talentos digitales no ha hecho más que empezar.
A la hora de elegir dónde instalarse, los trabajadores en remoto tienen en cuenta aspectos como la seguridad, la fiscalidad, las buenas conexiones de transporte, la calidad de vida y, sobre todo, el buen clima. En este sentido, las Islas Canarias despuntan como el primer destino español de nómadas digitales.
Según Nomad List, el portal de referencia para profesionales que buscan trabajar en remoto, Gran Canaria es el séptimo mejor lugar del mundo para teletrabajar, por detrás de Bangkok (Tailandia), Ericeira (Portugal), Buenos Aires (Argentina), Lisboa (Portugal), Bali (Indonesia) y Chiang Mai (Tailandia), y lidera la clasificación nacional, seguida de otras dos islas del archipiélago: Fuerteventura y Tenerife.
Para ganar posiciones en esta liza, el Cabildo de Tenerife, a través de la marca Work & Play, ha creado una plataforma "para que los que quieran venir a trabajar a la isla lo tengan más sencillo", y el Patronato de Turismo de Fuerteventura ha impulsado una campaña para captar teletrabajadores atraídos por el clima, las playas, la gastronomía y la amplia oferta de turismo activo que ofrece el destino.
Canarias quiere convertirse en "destino base" para Europa de teletrabajadores de todo el mundo y por eso ha sido de las primeras regiones en poner en marcha campañas de promoción entre este segmento de visitantes.
También Andalucía, y especialmente la Costa del Sol, se ha convertido en un destino preferente de los nómadas digitales y las administraciones andaluzas no han escatimado esfuerzos para reforzar este posicionamiento, dando a conocer el destino en los mercados internacionales.
La Junta lanzó a finales del pasado año una campaña para atraer a profesionales extranjeros, sobre todo altos cargos y directivos con alto poder adquisitivo vinculados al mundo en línea, y ayuntamientos como los de Málaga o Sevilla han diseñado sus propias acciones de atracción de talento digital.
A través de 'La Fábrica de Sevilla', el consistorio sevillano se ha lanzado a la carrera para atraer a empresas emergentes tecnológicas y a estos profesionales, para lo que está planificando campañas de promoción y ha creado una oficina que les ayude con los trámites administrativos.
Un proyecto similar ha puesto en marcha la capital de la Costa del Sol con 'Málaga WorkBay', plataforma que busca atraer a teletrabajadores nacionales e internacionales, ofreciéndoles toda la información que necesitan para poder trabajar o emprender, como servicios, transportes o alojamiento.
La llamada malagueña parece haber tenido respuesta: desde que se puso en marcha, en febrero de 2021, y hasta diciembre de 2022, la página web de 'Málaga WorkBay' ha recibido 162.061 visitas, correspondientes con 47.747 usuarios diferentes.
En la Comunitat Valenciana, la provincia de Alicante ha escalado casi 200 puestos a nivel mundial en la clasificación de Nomad List y la capital alicantina lleva dos años posicionándose como uno de los destinos preferidos para este colectivo, según explica a EFE Pablo Torres, de la consultora Torres Consulting.
Los nómadas digitales que llegan a la capital de la Costa Blanca, indica Torres, suelen ser profesionales de EE.UU. o países del centro y norte de Europa, con estudios superiores, la mayoría hombres, con una media de edad en torno a los 33-35 años y una estancia media de tres meses.
Alicante es una de las ciudades de España más baratas para los nómadas digitales, ya que necesitan apenas 1.625 euros al mes para cubrir sus necesidades, y cuenta además con el Distrito Digital de la Comunitat Valenciana, destinado a ser polo de atracción de empresas tecnológicas.
En la ciudad de Valencia, aunque no hay datos oficiales de las instituciones públicas, según Nomad List actualmente hay 2.000 nómadas digitales y la tendencia es que casi duplique sus números en el próximo año, informan desde el Ayuntamiento.
Entre otras medidas, el consistorio ha impulsado el modelo 'Vlc tech City' como motor de crecimiento económico y generación y retención del talento, y servicios como 'Invest in València', para atraer talento local e internacional, dirigido también a los nómadas digitales.
Desde su puesta en marcha, esta oficina ha atraído a 14 empresas a la capital valenciana, generando una inversión de 5,46 millones de euros y 673 puestos de trabajo.
En Barcelona, la segunda ciudad del país, ni la Generalitat ni las principales entidades tecnológicas de referencia disponen de datos orientativos sobre cuántos nómadas digitales están asentados en la urbe, si bien todas dan por supuesto que es una de las localidades españolas con más presencia de este tipo de perfiles.
De acuerdo con un estudio de Barcelona Digital Talent, una iniciativa de la fundación Mobile World Capital Barcelona, la ciudad atrajo en 2021 a más de 4.700 profesionales digitales extranjeros, de manera que estos representan más del 30 % de los empleados del sector en la capital catalana, que tiene una nutrida presencia de espacios de trabajo compartido.
En la misma línea, un análisis de Acció, una agencia de la Generalitat, señala que un 23 % de los trabajadores de empresas emergentes en Barcelona son extranjeros.
Asociaciones privadas como Barcelona Global reivindican que la ciudad se posicione como uno de los principales destinos para nómadas digitales en Europa, y para ello el consorcio Turisme de Barcelona lanzó en 2021 una campaña para facilitar el establecimiento de estos profesionales en la ciudad.
No están a orillas del Mediterráneo ni tienen climas tan atemperados, pero en esta pugna por atraer talento digital también las ciudades del centro y norte de España se reivindican como el lugar ideal para teletrabajar.
El pasado año, Airbnb y el Ayuntamiento de Madrid crearon un programa para atraer emprendedores de empresas emergentes y trabajadores en remoto. No en vano, la capital española se encuentra entre las quince más buscadas en todo el mundo para una estancia de larga duración a través de esta plataforma de alojamientos.
Buenas conexiones wifi y de transporte, una gran oferta cultural, de ocio y gastronómica, historia y una amplia red de espacios de trabajo compartido son algunas de las bazas de Madrid como destino de nómadas digitales.
En la ribera cantábrica, regiones como Asturias o Cantabria han puesto también en marcha planes para captar nómadas digitales y situarse en el mapa mundial del teletrabajo, en el que todos quieren estar.