La gestión de las ciudades es cada día un reto más complicado. Las empresas que gestionamos sus servicios tenemos la necesidad de responder a grandes problemas como el cambio climático o la escasez de recursos; y a la vez conseguir que la labor que llevamos a cabo en esta materia no deteriore en ningún momento el servicio que prestamos al ciudadano. Es por ello que tenemos que cambiar nuestra forma de hacer las cosas, estableciendo modelos innovadores, responsables y sostenibles que nos permitan atender este futuro ya inminente.
Tenemos que tener en cuenta además que estos modelos deben contemplar la interrelación entre todos los servicios que se gestionan en una ciudad y deben buscar la colaboración de todos los agentes que intervienen en su gestión. Así, los organismos públicos, de la mano de la empresas privadas, y en colaboración con las universidades como centros de conocimiento, deben trabajar en una misma dirección, la de establecer modelos sostenibles que desemboquen en la creación de ciudades preparadas para el futuro.
Para alcanzar este objetivo, es indispensable que cada uno de estos actores conciba la sostenibilidad como un modelo de gestión que rija su estrategia empresarial. Desde Hidraqua, llevamos años trabajando en esta dirección, marcando líneas de actuación en todas y cada una de las áreas de la empresa. Así, en la labor principal que nos compete, la gestión del ciclo integral del agua, hemos conseguido grandes avances en materia de eficiencia, aprovechando cada gota que entra en las redes que gestionamos.
Para ello se requiere de una inversión constante que permita por un lado la renovación y puesta en marcha de nuevas infraestructuras hidráulicas, para lo cual Hidraqua cada año invierte alrededor de 30 MM de € y, por otra parte, el empleo de tecnologías que disminuyan el impacto de nuestra actividad en las ciudades, el empleo de GOT Gestor de Operaciones en Terreno que elimina la utilización de papel y optimiza los desplazamientos, de GALIA Gestión Avanzada de Limpieza de Alcantarillado que optimiza las intervenciones de los equipos de limpieza o el empleo de drones en la inspección de canalizaciones, son algunas de las tecnologías más novedosas empleadas por la compañía.
En relación al uso de fuentes alternativas, otra de las iniciativas que llevamos a cabo y que nos permite ahorrar grandes cantidades de agua potable, podemos destacar el caso de Cullera. En este municipio, donde la compañía opera bajo una empresa de economía mixta junto con el Ayuntamiento, se están desarrollando soluciones para la racionalización del uso del agua potable en el municipio con la implantación de sistemas inteligentes de riego y la reutilización del agua en fuentes ornamentales.
En esta línea, también merece destacar la labor de otra empresa de economía mixta participada por Hidraqua y el Ayuntamiento de Torrent, Aigües de l’Horta que, con un decidido compromiso por la sostenibilidad, ha obtenido la certificación medioambiental ISO 14.001, adoptando numerosas iniciativas para reducir la huella de carbono, como la renovación de la flota de vehículos por eléctricos y ecológicos o la puesta en marcha de programas de reforestación.
Sin embargo, como comentaba anteriormente, la sostenibilidad no sólo se traslada al agua potable, sino a todas las dimensiones de la empresa y a todos y cada uno de los procesos del ciclo integral del agua. En el caso del polígono industrial de Fuente del Jarro, ubicado en Paterna el índice contaminante de las aguas residuales era de 9,56 en el año 2000. Para reducir estos valores, Aigües de Paterna puso en marcha una campaña de control de vertidos que ha permitido reducir en un 90% los niveles de contaminación, situándose estos índices a día de hoy en 0,99 y permitiendo la reutilización de esta agua en la agricultura.
La sostenibilidad se pone en práctica también en la gestión de aguas de lluvia, mediante la utilización de sistemas urbanos de drenaje sostenible como las zonas verdes inundables en La Canyada en Paterna o las que se están realizando en el polígono industrial de Riba Roja, que reducen el impacto de las lluvias torrenciales, al tiempo que se integran con el paisaje urbano.
Además, el 100% de los fangos extraídos de la depuración se utilizan como enmienda orgánica para la agricultura, la elaboración de compost y la valorización energética para la producción de energía renovable; hemos educado a más de 40.000 escolares en el uso responsable del agua y respeto al medio ambiente, utilizamos energía de procedencia 100% renovable, entre otras muchas iniciativas. Todo ello como comentaba al principio, con el fin de aplicar la sostenibilidad en todas y cada una de las dimensiones de la compañía.
Por último, me gustaría recalcar que las empresas gestoras del ciclo integral del agua tenemos la obligación de actuar bajo estos principios, y es que las ciudades dependen del desarrollo hídrico para el crecimiento económico, la equidad social y la sostenibilidad ambiental. Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y se espera que en 2050 el 90% de una población de 9.000 millones de personas viva en ciudades. Los pobladores urbanos consumen habitualmente más agua que los de las zonas rurales, y las industrias intensivas en uso del agua se localizan en zonas urbanas y periurbanas. Las ciudades son dependientes de su entorno, del que toman el agua y en el que depositan sus aguas residuales, produciendo impactos significativos más allá de los límites de la ciudad.
La gestión integrada de recursos hídricos es una visión holística de la gestión del agua que se acepta internacionalmente como el nuevo estándar para avanzar hacia un uso eficiente, equitativo y sostenible así como para gestionar los recursos limitados del planeta.
Jordi Azorín es director de Hidraqua en la provincia de Valencia.
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