VALÈNCIA. A nivel social necesitamos el cabello cada vez más. La esclavitud de la imagen, de ofrecer siempre tu mejor versión hace que un buen cabello sea imprescindible. Sin embargo, la alopecia va en aumento y cada vez son más los jóvenes que sufren de calvicie y eso afecta a nivel emocional, laboral o familiar a muchas personas. «Nosotros estamos para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, al menos así entiendo yo la medicina. Los médicos tenemos que aportar, además de salud, felicidad. Y es muy satisfactorio poder aportar nuestro granito de arena a la mejora de la calidad de vida a través de la cirugía capilar», comenta Francisco Devesa, responsable de Clínica Devesa, centro médico valenciano especializado en cirugía capilar.
Precisamente esa satisfacción fue clave para que Francisco Devesa se decidiese por la especialidad de tricología y cirugía capilar cuando estudiaba medicina. En Clínica Devesa todo gira en torno al paciente y sus necesidades. Desde contar con la última tecnología, hasta una atención personalizada y siempre dispuesta a solucionar todas sus dudas. «Una cirugía capilar no son solo las 6-7,5 horas que dura la operación, es también las consultas previas donde le explicamos el tratamiento y respondemos a sus preguntas, siempre con mucha sensibilidad porque detrás de esa decisión hay un componente emocional muy importante. Y también es un post operatorio exhaustivo, de más de un año, donde tenemos visitas de valoración para analizar como va evolucionando y donde damos libertad a los pacientes para que nos consulten cuando crean conveniente y pasen el proceso lo mejor posible, sin inquietud o ansiedad».
Todo ello bajo la premisa de ofrecer la máxima calidad posible, porque eso se plasma en los resultados finales. Para ello «invertimos mucho en cada cirugía, tanto en tiempo, porque la cirugía la hacemos sin prisas, como en disponer de un material del que muy pocas clínicas pueden disponer, los Implanters y los Punch, trabajamos con la técnica FUE y sin límite de unidades foliculares». Unas herramientas que reportan muchos beneficios al paciente: no sienten dolor, ni durante la cirugía ni en el postoperatorio, no dejan cicatriz, no dañan el tejido, se consigue una mayor densidad por centímetro cuadrado y el pelo sale más natural.
Este compromiso con el cliente es uno de los aspectos que el doctor Devesa destaca como valor añadido de la clínica. Además, añade otro punto fundamental: su titulación. «Hay que tener en cuenta que médicos titulados con la especialidad de tricología y cirugía capilar somos entre 50-60 en España y podemos dar unas garantías que los demás no pueden». Garantías como un trabajo adecuado a la fisonomía del paciente, con una alta calidad en el acabado y con método de trabajo casi artesanal. «En la población existe aún la idea de que para hacerse un implante capilar hay que ir a Turquía. Pero Turquía no ha sido pionera de nada, ni han hecho nada mejor que nadie, lo único que han hecho ha sido reventar los precios. Allí se hace de manera industrial y casi sin formación, además no se realiza el seguimiento al paciente, con lo cual si surgen problemas el paciente se siente perdido. Irse allí es echar una moneda al aire».
El doctor Devesa explica que la cirugía capilar es un tratamiento muy específico «y los médicos que realizan estas intervenciones deben poseer los conocimientos teóricos y prácticos para estar a la altura de la confianza depositada por el paciente, el cual acude buscando una mejora y si le hace una mala praxis puede empeorar su situación ocasionándole una lesión en la zona donante o unos malos resultados, obteniendo consecuencias emocionales muy graves, que pueden afectar a todas las esferas de su vida». Por ello recomienda que después de visitar varias clínicas para valorar las opciones, acudan al Colegio de Médicos de su ciudad «para consultar si el médico tiene la titulación correspondiente en tricología que es la especialidad de la cirugía capilar».
En los últimos tiempos el doctor Devesa ha añadido la unidad de medicina del dolor al abanico de servicios de mejora que aporta su clínica, donde se realizan infiltraciones de colágeno para aliviar el dolor articular de los pacientes, con muy buenos resultados.
El doctor Devesa destaca que lo que más le motiva es ver la evolución del paciente. «No es el mismo el que entra la primera vez que el que sale al final del proceso. Se produce una evolución, al mismo ritmo que va creciendo el cabello, y ves como se sienten más seguros, han dejado los ansiolíticos o antidepresivos y han adquirido hábitos de vida más saludables… que nuestro trabajo sirva de punto de partida para algo más integral nos hace ver cuán importante es lo que hacemos para mejorar la calidad de vida de las personas».