MADRID (EP). Cobas Asset Management confía en que sus inversiones evolucionarán como en las cuatro grandes caídas anteriores, por lo que estima el potencial de revalorización de su cartera internacional en un 138% y la de la ibérica en un 85%. Durante la celebración en Madrid de la III Conferencia Anual de Inversores de Cobas, Francisco García Paramés ha señalado que las empresas que más han afectado negativamente a la rentabilidad de los fondos internacionales han sido Aryzta (-11,7%) y Teekay (-5,7%).
Al lado contrario, ha destacado que las mayores contribuciones positivas a la cartera han sido las generadas por Nevsun Resources (+0,6%) y por Israel Chemicals (+1,7%), empresa de la que Cobas salió en el cuarto trimestre de 2018 tras revalorizarse un 51%. García Paramés ha asegurado que su experiencia le ha demostrado que los mejores momentos son los inmediatamente posteriores a las grandes caídas, ya que justo después se han registrado importantes recuperaciones.
En 1998 se registró un porcentaje de bajada en las rentabilidades de las carteras del 17,5%, para después recuperarse en un 78,4% en los dos años inmediatamente posteriores. Lo mismo ocurrió en 2002, con una caída del 38,4% y una recuperación del 64,9%; en 2009, cuando las rentabilidades cayeron un 61,8% y crecieron luego un 153,6%; y en 2011, cuando bajaron un 22,9% y repuntaron después un 66%. "Las características de la cartera actual nos permiten confiar en que podría volver a ocurrir una evolución similar, siendo muy conscientes de que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras", ha subrayado García Paramés.
La gestora ha aprovechado las caídas del mercado en la última parte del año para entrar o aumentar su posición en compañías que conoce desde hace mucho tiempo. Entre ellas se encuentra Semapa, la vía "más eficiente y barata" de comprar Navigator; Acerinox, "cíclica deprimida" con poca deuda; Meliá, en la que sólo el valor de sus inmuebles equivale a más de 15 euros por acción, a lo que habría que sumar el valor de su negocio de gestión hotelero, y Sacyr por el valor que tiene su cartera de concesiones.
Cobas registró inversiones netas por importe de 264 millones en 2018, a pesar del mal comportamiento de los fondos. En el cuarto trimestre se incorporaron 517 nuevos inversores aprovechando las rentabilidades negativas y 2.578 partícipes ya existentes decidieron incrementar sus inversiones en ese periodo pensando en la rentabilidad a largo plazo.