MADRID, (EP). Comer alimentos de temporada, de proximidad a la región y comprar y cocinar en compañía son algunos de los principales consejos aportados por un grupo de expertos en el 'Decálogo para la alimentación sostenible en la Comunidad: Declaración de Gran Canaria 2016'.
Se trata de una guía pionera promovida por la Academia Española de Nutrición (AEN); la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN); la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias y el Proyecto La Isla en tu Plato; la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria; la International Foundation of Mediterranean Diet (Fundación Internacional Dieta Mediterránea); la ONG Nutrición Sin Fronteras y el CIBER sobre Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición.
El documento, además, ha logrado el apoyo de medio centenar de instituciones de todo el mundo, desde Asociaciones de Consumidores, Institutos de Investigación, Sociedades Científicas, Organismos de Naciones Unidas, ONGs y medios de comunicación especializados, que se han unido para poner de manifiesto la importancia de la Sostenibilidad Nutricional en el panorama alimentario actual.
"Este Decálogo nace de la necesidad de evidenciar ante el conjunto de la sociedad, los distintos elementos que inciden en la sostenibilidad de la producción y el consumo de alimentos a nivel comunitario. Elementos relacionados con la salud, el medio ambiente, la cultura o la economía, además del significativo impacto que causa la alimentación en el cambio climático", ha comentado el impulsor del texto y catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra-Majem.
En concreto, el documento, consensuado por especialistas de diferentes países y ámbitos de la salud, Medicina Preventiva, Ciencias del Mar, Medio Ambiente o el Turismo, hace referencia a la idoneidad de consumir productos locales y de temporada para reducir la huella ambiental y el consumo de energía que supone el transporte de mercancías; y revalorizar las recetas tradicionales.
Además, aboga por la necesidad de comprar y cocinar en compañía de familiares y amigos; reducir los desechos y reciclar adecuadamente; o priorizar los alimentos vegetales, moderando el consumo de carnes, derivados y lácteos.
Del mismo modo, subraya la importancia de utilizar la biodiversidad terrestre y acuática de manera sostenible para garantizar su continuidad y mantener la variedad alimentaria; mostrar interés por la sostenibilidad y la equidad de los procedimientos agrícolas, ganaderos y pesqueros; disfrutar de la convivialidad y el placer de la comida, con equilibrio y moderación; y tener presente la dieta mediterránea como uno de los ejemplos más destacados y emblemáticos de alimentación saludable y sostenible, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.