Ahora que Joe Biden se retira de la carrera presidencial y se espera que la vicepresidenta Kamala Harris lo suceda como candidata, las encuestas podrían mostrar una mejora a corto plazo para los demócratas.
Los mercados financieros, sin embargo, seguirán viendo a Donald Trump como el probable vencedor, con buenas posibilidades de arrasar en la Cámara y el Senado.
Se cree que una presidencia de Trump supondría recortes de impuestos a las empresas, desregulación, así como una reversión de la agenda sobre el cambio climático y aranceles más altos a nivel nacional.
También se espera una política exterior más agresiva, especialmente contra China, lo que también podría ser una mala noticia para los mercados emergentes. También es probable que haya menos ayuda para Ucrania y menos apoyo a la OTAN.
El impacto sobre el dólar no está claro, pero tanto el contexto fundamental como la perspectiva de Trump 2.0 parecen favorecer a las acciones. Pero en realidad es un escenario de wait and see.