Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Se acerca el segundo verano desde que estallara en España la pandemia de la covid-19 y, desde el sector, se preguntan cómo acontecerá de nuevo una temporada estival en la que, aunque el virus está más calmado por las vacunas y la contención, todavía no ha remitido de forma completa. Aunque el mercado nacional no debería presentar tantos problemas, lo cierto es que el mercado internacional sigue en el aire y parece difícil predecir qué pasara tras la caída del estado de alarma el próximo 9 de mayo.
En esta reflexión se ha sumergido Turisme Comunitat Valenciana, quien cree que la temporada estival de 2021 será muy similar a la del pasado año en su informe 'Análisis del turismo nacional en la Comunitat Valenciana. Verano de 2020', donde también aborda lo que está por venir. En primer lugar, se hace mención a la incertidumbre todavía existente sobre los mercados internacionales y que por el momento impide al sector turístico de la autonomía salir de una de las mayores crisis de su historia.
"A estas alturas del año podemos afirmar que la temporada de verano vendrá determinada por decisiones sanitarias y políticas, como la de Reino Unido sobre dónde podrán viajar los británicos en los próximos meses", señala el documento. Precisamente, está previsto que el 17 de mayo anuncien las condiciones de su "semáforo" epidemiológico, aunque compañías como Jet2 ya se han adelantado, suspendiendo todos sus vuelos para España hasta el 24 de junio.
Sin embargo, reconocen que, en este contexto tan volátil, solo existe una cosa segura: la estrategia debe basarse en una desescalada lenta y prudente que permita garantizar la temporada turística de verano, acompasada con la realidad epidemiológica del momento y el ritmo de vacunación, lo que invita a pensar que los meses de verano serán similares a los del pasado año.
Ante la situación, desde el departamento de Colomer tienen claro que la solución es la vacunación. Sin embargo, consideran que debe programarse de forma que no perjudique la temporada estival. "Sabiendo que el objetivo del Gobierno de España es tener vacunado al 70% de los españoles a finales de agosto, se deberá trabajar en una estrategia de programación de la vacuna que evite al máximo las cancelaciones de las vacaciones. No crear incertidumbre a los turistas será la clave de la recuperación y las administraciones debemos contribuir a ello", señalan.
El verano de 2020 concentró el mayor número de viajes (49,5% de todo el año), pero descendió un 23,5% respecto a 2019. Unas vacaciones marcadas por desplazamientos en vehículos propios y con un perfil familiar con destino a segundas residencias o a casas de amigos y familiares. Los destinos de playa e interior recibieron un 39% de ciudadanos de la propia Comunitat Valenciana, el mercado que menos decreció (-4,1%) frente al año anterior. Los madrileños supusieron el 33%, y un 5% el emisor castellano-manchego.
El 49% de los viajes tuvo como destino la provincia de València, donde se incrementaron los desplazamientos respecto a 2019. Mientras, en la provincia de Alicante los viajes decrecieron un 10,8% y en Castellón un 19,7%, cifras que pueden verse incrementadas este año gracias al "Bono Viatgem", según señalan desde Turisme. En el primer semestre del año 2021 se realizaron ya 15.904 reservas a través de esta iniciativa.
Por el momento, los datos muestran que el 33,07% de los desplazamientos se produjeron en fin de semana, cuestión que evidencia que las estancias cortas aportan dinamismo para mantener abiertos los alojamientos. La gran mayoría abogan por ofertar una tarifa flexible con posibilidad de cancelación hasta el día previo a la llegada, lo que alienta la incertidumbre con reservas de ultima hora. "Estos datos reflejan las complicadas cifras del alojamiento hotelero en verano 2020, con una estancia media de 2,6 días y una ocupación del 41,5%. Esta situación supuso un descenso de las plazas hoteleras abiertas del 30%, y un 48% menos de personal empleado", recuerdan.
