VALÈNCIA. Los presupuestos del Ayuntamiento de València para 2020 serán "los más altos de la historia", tal y como anunció el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, alcanzando los 898,3 millones de euros. Pero resulta interesante analizar las variaciones en las distintas partidas presupuestarias y cómo se distribuye entre ambos socios de gobierno, Compromís y PSPV. Así pues, la coalición valencianista, que ostenta 10 de los 17 concejales del gobierno municipal, gestionará el próximo ejercicio más de 357 millones de euros frente a los 233 que controlarán los socialistas con siete ediles.
De esta manera, las primeras cuentas anuales elaboradas tras las elecciones -cuando Podemos se descolgó y no entró en el consistorio-, arrojan un porcentaje del 60,5% del total del gasto para la coalición valencianista frente al 39,5% de los socialistas, sin tener en cuenta ni los entes públicos ni el elevado gasto de la concejalía de Personal, dado que en la práctica éste acaba repartiéndose entre las distintas delegaciones.
Con todo, la nueva configuración del gobierno municipal -tras pasar de tres socios a sólo dos- ha beneficiado a los socialistas, que han aumentado casi cinco puntos, absorbiendo la mayoría del porcentaje que ostentaba València en Comú -Podemos- en los últimos presupuestos municipales. Las concejalías de Compromís, por su parte, crecen dos puntos y medio.
En la formación que lidera Joan Ribó, destacan concejalías como la de Servicios Sociales, dirigida por Isa Lozano, que crece 5,5 millones de euros hasta los 34 millones, un 19% más que en las últimas cuentas. Subida notable es también la que experimenta la concejalía de Movilidad Sostenible de Giuseppe Grezzi, con 4,3 millones de euros más para gestionar (+4,7%). Y otro de los agraciados será el edil y vicealcalde Sergi Campillo, cuya partida para Limpieza y Gestión de Residuos aumenta más de 4 millones de euros hasta los 75, y cuya concejalía de Jardinería lo hace más de 3 millones hasta los 32,6.
Asimismo, es reseñable el crecimiento del 15% en la concejalía de Cultura Festiva, dirigida por Pere Fuset, pasando de 7,4 millones de euros a los 8,6 millones de euros, así como una delegación que el pasado mandato fue polémica por su bajo nivel de ejecución y que en 2020 pretende recuperar fuerza: la de Vivienda. Asumida anteriormente por València en Comú, ahora la dirige la concejala Isa Lozano, que verá aumentado su presupuesto en un millón de euros hasta los 3,4 millones, un 36% más.
En el campo socialista, son reseñables los incrementos en la concejalía de Participación, que dirige Elisa Valía y cuya partida se triplica desde los casi dos millones de este año hasta los más de seis millones para el próximo. Asimismo, Valía contará con una sensible subida en el presupuesto del Ciclo Integral del Agua: 3,5 millones hasta los 36,3 (+10,7%). Hay que recordar que este verano se desvelaron múltiples deficiencias y necesidades en el mantenimiento e inversiones en el alcantarillado y en la red de colectores, para lo que se dedicará un esfuerzo especial a partir de 2020.
Por otro lado, destacan las mejoras presupuestarias para los servicios relacionados con Urbanismo, de la portavoz socialista y vicealcaldesa Sandra Gómez, que crecen 6 millones de euros hasta los 37,6 millones, un 17%. Y también ocurre con la concejalía de Emprendimiento y Empleo, liderada por la socialista Pilar Bernabé, con un incremento del 19% hasta los 8,3 millones de euros, así como en la Policía Local de València, que encabeza Aarón Cano y que verá aumentado su gasto en un millón de euros hasta los 8,5 millones de euros (+13%).
Dentro de todo este gasto, el capítulo dedicado a inversiones es de los más reseñables, pues recoge los principales proyectos que se quieren acometer el próximo año. Así, las inversiones crecerán un 7,1% y alcanzarán los 84,2 millones de euros. En este apartado, son los socialistas los que más peso tienen, dado que gestionarán el 64% del total -54 millones de euros-, buena parte de los cuales se dedicará a la gestión del ciclo integral del agua (17 millones).
Más allá de ello, las principales inversiones que saltan a la vista en las cuentas municipales son, por un lado, la remodelación de la Plaza de la Reina, para lo que el consistorio ha presupuestado seis millones de euros, y por otro lado, la reurbanización de la Plaza Ciudad de Brujas en las proximidades del Mercado Central, que contará con más de 1,2 millones de euros.
Pero además, los presupuestos cuentan por primera vez con otro proyecto estrella: la reforma del Paseo de la Alameda y su conexión con el Puente de Aragón y el Puente del Real. Fue una propuesta que salió aprobada de los últimos presupuestos participativos y que contó con el beneplácito del gobierno municipal. La intención es dar un lavado de cara a esta parte de la ciudad eliminando el aparcamiento central de la vía. Así, el consistorio ya ha presupuestado los 234.385 euros para encargar el proyecto.
Otros planes de menor calado son la rehabilitación de la antigua Aceitera de Marxalenes para dedicarlo a un centro de mayores -1,7 millones de euros-, la construcción de un equipamiento sociocultural en la plaza Obispo Laguarda (Torrefiel) por valor de 2,2 millones, así como la mejora del espacio público contiguo al Tingaldo 2 del puerto por 238.000 euros. Y en este sentido, se quiere convertir a partir de 2020 la Harinera en un centro de empleo.
Asimismo, los presupuestos municipales proyectan otros horizontes de menor cuantía pero no por ello menos importantes: un concurso de ideas para el Parque de Desembocadura, la reforma del parque Manuel Granero, así como la construcción de un nuevo parque en el solar ubicado entre Juan XXIII, Periodista Gil Sumbiela y San José de Pignatelli, un planteamiento que surgió también de los presupuestos participativos del año pasado y cuyo presupuesto asciende a más de 400.000 euros.