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Compromís o el arte de sacar de quicio a la alianza PP-Vox

18/03/2024 - 

VALÈNCIA. Los primeros meses del Gobierno valenciano presidido por Carlos Mazón con Vox de socio fueron relativamente tranquilos. Los presupuestos se aprobaron en tiempo y forma, sin estridencias reseñables, y la relación entre el jefe del Consell y su vicepresidente primero, Vicente Barrera, puede calificarse como buena.

No obstante, conforme avanza la legislatura, empiezan a aparecer discrepancias que, así lo parece, surgen cuando la dirección de Vox en Madrid ordena agitar el avispero. De hecho, algunos casos han sido especialmente llamativos, como la oposición pública de Barrera a la campaña de defensa de los derechos LGTBI impulsada desde la vicepresidencia segunda y conselleria de Igualdad dirigida por Susana Camarero, mano derecha de Mazón.

Aquí es donde la oposición, y en especial Compromís, ha visto un filón. La coalición valencianista se sitúa en las antípodas de Vox en todos los ámbitos y, de hecho, puede percibirse la profunda animadversión que existe entre los representantes de ambas formaciones en Les Corts. Por ejemplo, es muy visible la antipatía mutua entre el síndic de Compromís, Joan Baldoví, y el portavoz de Vox en la cámara, José María Llanos.

De hecho, una de las estrategias, premeditada o no, por parte de la coalición, es la de poner sobre la mesa cuestiones que saquen de sus casillas a los representantes de Vox, lo cual puede derivar en exabruptos o posiciones que, al mismo tiempo, incomodan al PP de Mazón, que buscan ofrecer un perfil pactista y de moderación mucho más propia de una formación que lidera el gobierno. Es más, algunos dirigentes populares admiten en privado que su mayor molestia en Les Corts suele surgir cuando les toca navegar ante posicionamientos extremos de sus socios, que a menudo surgen de los asuntos puestos sobre la mesa por la oposición y, en especial, de Compromís.

Uno de los casos más relevantes en los últimos días ha sido el de la supresión del premio Guillem Agulló en Les Corts. Compromís presentó un escrito a la mesa de la cámara el 15 de febrero para abrir el proceso para proponer personas merecedoras de la distinción. A partir de ahí surgió el rechazo del partido de ultraderecha, al que se sumó la aceptación del PP, lo que derivó en un ataque coordinado de PSPV y de Compromís que ha obligado a los populares a modificar su posición y activar un premio alternativo a través de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP)

Al margen de esta cuestión, que ha generado un fuerte revuelo, en la bancada popular viven con cierto desasosiego los debates en la cámara temiendo los exabruptos de sus socios. Y eso que algunos no llegan a acaparar atención mediática, pero sí provocan cierta intranquilidad en el PP. Días atrás, en la sesión plenaria del 29 de febrero, Compromís preguntó al citado vicepresidente y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, sobre si pensaba aplicar estrategias LGTBI en el ámbito de sus competencias.

"Nosotros, cuando organizamos un evento cultural, un evento deportivo, no le preguntamos a nadie su orientación sexual, lo que organizamos es para todos, no discriminamos, no le preguntamos cuál es su orientación sexual, no hacemos carrera sólo para calvos, o solo para para bajitos o altos, pero ¡esto es una barbaridad!", replicó Barrera, tal y como refleja el diario de sesiones, en una declaración que pasó desapercibida, pero que no deja de tener cierta carga simbólica por la comparación de las políticas de defensa LGTBI con "carreras sólo para calvos".

Y es que las invitaciones de Compromís para hacer reaccionar a Vox son una tónica habitual. Días atrás, la diputada Verónica Ruiz le preguntaba a Barrera si no era "pancatalanista" -acusación utilizada por Vox hacia Compromís casi a diario-, mantener como secretaria autonómica de Cultura a Paula Añó, que tiene "una agenda semanal de cuatro días aproximadamente, porque entendemos que luego se va a Cataluña que es donde vive", comentó mostrando el padrón que indica que la alto cargo reside en Barcelona. "¿No le parece a usted muy pancatalanista tener a una secretaria autonómica que cobra un sueldo de 76.000 euros para irse a Cataluña a pagar los impuestos y sostener los gobiernos de Esquerra Republicana y Puigdemont", inquirió a Barrera, con una fuerte dosis de sarcasmo.

Aunque esta disputa verbal podría calificarse de chascarrillo, la propia afectada, Paula Añó, saltó en la red X a replicar a la diputada, recordándole que Compromís defendía en su programa electoral la jornada laboral de cuatro días que le había acusado de mantener. Una medida -la de las 32 horas semanales- que, no obstante, Vox rechaza públicamente.

 
Asunto más serio fue el ocurrido días atrás, cuando Compromís propuso una declaración institucional para condenar "los ataques fascistas contra las personas que disfrutaban de las actuaciones organizadas por el centro social La Cosa Nostra" en Castellón y ofrecer "todo el apoyo institucional y político a las víctimas de las agresiones". La moción fue respaldada por el PSPV y también por el PPCV, sin embargo, no salió adelante -es necesaria unanimidad en las declaraciones institucionales- por el rechazo de Vox, al que no le importó ir de nuevo contra el criterio de su socio en el Consell. "No consideramos que haya que hacer declaraciones institucionales, partidistas y sectarias y buscar un interés en perjudicar o en vincular hechos de dos grupos que conocemos como radicales a la política", sentenció José María Llanos, portavoz de Vox, quien aseguró que su grupo rechaza "cualquier tipo de violencia".

También hizo saltar Compromís a Vox el pasado mes de febrero con su propuesta de que Les Corts declarara el 2024 Año Estellés con motivo del centenario del nacimiento del escritor, poeta y periodista. Una iniciativa que fue rechazada en el pleno con los votos de Vox y PP, si bien estos últimos sí habían apoyado esta medida en las diputaciones donde gobierna. De nuevo el portavoz del grupo de Vox, José María Llanos, se mostró contundente en el rechazo, al señalar que su partido "no va a blanquear a la izquierda separatistas que está trabajando continua y continuadamente contra los valencianos".

Son sólo algunos ejemplos de las chispas que van saltando en Les Corts, especialmente entre Compromís y Vox, que generalmente quedan en rifirrafes parlamentarios pero que en ocasiones, como en el caso Agulló, generan conflictos de calado que sí terminan afectando a la alianza que mantienen los populares con el partido de Abascal.

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