La formación valenciana prefiere no seguir negociando en solitario e insiste en que PNV, DiL y ERC formen parte de la mesa, además de Podemos e IU
VALENCIA. El Congreso de los Diputados, o al menos es lo que se espera este miércoles, tumbará el primer intento del socialista Pedro Sánchez para ser investido presidente del Gobierno. Una votación inicial que requiere mayoría absoluta para su éxito, unas cifras muy alejadas de las que suman las fuerzas favorables al pacto: PSOE (90 escaños) y Ciudadanos (40), de un total de 350 diputados.
El siguiente envite en la cámara para Sánchez tendrá lugar el viernes, esta vez con el horizonte de una mayoría simple (más 'síes' que 'noes') a priori más asequible pero que, salvo sorpresa mayúscula, será insalvable para el PSOE dado que las fuerzas de la izquierda y las nacionalistas han mostrado públicamente su rechazo al acuerdo alcanzado por el socialista con el líder de C's, Albert Rivera.
De hecho, las formaciones que han mostrado su oposición a este pacto ya piensan en el escenario de negociación a partir del día 5 de marzo, después de que Sánchez haya fracasado en sus primeros dos intentos. A partir de ahí, concretamente de la votación de este miércoles, se abre un plazo de dos meses para investir a un presidente.
Compromís, según apuntaron en la reunión de su Ejecutiva del pasado lunes, pondrá sobre la mesa para el siguiente período de negociaciones la conformación de un bloque único con las fuerzas de izquierda y las nacionalistas para que las conversaciones continúen de forma conjunta con el PSOE. Es decir, desde la formación valenciana pretenden que se superen las negociaciones bilaterales e, incluso, se amplíen los interlocutores de la mesa a cuatro que activó Izquierda Unida y en la que participaron, además de los socialistas, Podemos y Compromís.
Así, la coalición aspira a que el PNV también se siente en esa negociación, así como Democràcia i Llibertat (DiL, antes Convergència) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). De esta manera, desde la formación valenciana aspiran a que el PSOE se siente ante un bloque que puede ofrecer numéricamente un "pacto sólido" que, al menos, contenga una hoja de ruta de dos años. Una vía por la que Compromís pretende que no puedan existir "excusas" por parte de los socialistas: "Si todos estamos en la mesa, sin negociaciones bilaterales, Sánchez tendrá delante los votos suficientes para ser presidente y se hablará de todo", comentó a este diario un dirigente de Compromís.
En esta línea, el portavoz de la formación valenciana en el Congreso, Joan Baldoví, fue preguntado tras el discurso de investidura de Pedro Sánchez si Compromís acudiría a una reunión de urgencia esta semana si el líder del PSOE se la solicitara. "Si llama a todas las fuerzas que podemos configurar un cambio claro que acudiremos. Pero deberá llamarnos a todas, no buscar acuerdos bilaterales", sentenció.