VALÈNCIA. El pasado 23 de noviembre el Congreso de los Diputados votó la modificación del Concierto Económico del País Vasco y la nueva Ley del Cupo Vasco para el periodo 2017-2021. El nuevo diseño mejoró aún más la financiación de dicha comunidad autónoma fruto del entendimiento de PP y PNV, que apoyó con sus cinco diputados los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
En aquel sufragio, tramitado por vía de urgencia, mediante lectura única y sin posibilidad de enmiendas, Ciudadanos, que siempre se había mostrado contrario a que ninguna autonomía tuviera unas condiciones financieras mejores a las de otros territorios, votó en contra y encontró con ello la complicidad de Compromís, que hizo lo propio. Sin embargo, el PSOE se posicionó a favor amparándose en que éste se encuentra recogido en la Constitución Española.
Apenas un mes después, el grupo naranja en Les Corts registró una Proposición No de Ley instando al Consell a manifestar su rechazo "a las consecuencias que para la solidaridad interterritorial y para la Hacienda de la Comunitat Valenciana" tendría la reciente modificación del Concierto Económico del País Vasco, así como el nuevo Cupo.
El grupo parlamentario liderado por Mari Carmen Sánchez, además, instó al Gobierno valenciano a presentar "sendos recursos de inconstitucionalidad contra las dos leyes" por "vulnerar el principio de igualdad entre todos los ciudadanos españoles con independencia del territorio en el que residen y proscriben que las diferencias entre comunidades autónomas puedan suponer privilegios económicos o sociales". Asimismo, se solicitó exigir al Ejecutivo central que explicara "de forma urgente" el método para calcular el Cupo y las respectivas reformas acometidas.
La iniciativa generó incomodidad entre los socios del Botànic, PSPV y Compromís, que ya en el Congreso de los Diputados se vieron divididos. Mientras los socialistas avanzaron pocas horas después -tanto a través de su síndic en el parlamento valenciano, Manolo Mata, como la portavoz adjunta, Ana Barceló en las pasadas juntas de portavoces- que estaban a favor de la igualdad entre los territorios, pero en contra de enfrentarlos y que eran "constitucionalistas" -esto es, que rechazarían la propuesta-, la coalición valencianista estudió su respuesta unos días más.
Pese a que ya votaron en contra en la Cámara Baja, ahora parece que no quieren reavivar el debate y volver a escenificar -esta vez en Les Corts- la división con su socio en el Consell. Así, el grupo liderado por Fran Ferri registró este martes una enmienda de sustitución al texto de Ciudadanos que, prácticamente, hacía desaparecer casi por completo el contenido original.
El texto de Compromís tiñe de un cariz valenciano la propuesta, ya que en él se piden, entre otras cosas, que se aborde la reforma del Estatut de Autonomía de 2011 que lleva 45 aplazamientos en el Congreso de los Diputados para tramitarse; o que se repruebe al jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, por haber incumplido el compromiso adquirido en la Conferencia de Presidentes de abordar una reforma del sistema de financiación caduco desde el año 2014.
La única referencia al Cupo vasco que se mantiene en el texto es el primer punto, que señala que Les Corts "expresan su preocupación" por la aprobación "urgente y por lectura única" de la nueva Ley del Cupo para el quinquenio 2017-2021 por la "falta de transparencia" y "uso partidista que subyace en el acuerdo suscrito entre PNV y PP" por los "efectos contraproducentes" que se podrían derivar en el "mantenimiento del bien común y del interés general".
Una propuesta con la que el PSPV sí que podría estar de acuerdo y con la que evitarían separarse en una votación parlamentaria que, con solo un año de legislatura por medio antes de las próximas elecciones, destilase la debilidad de los lazos que unen a los partidos que sustentan el Gobierno del Botánico.