VALÈNCIA. Todavía queda algo más de año y medio para las elecciones de 2019, momento en el que se pondrá sobre la mesa si la ciudadanía respalda la legislatura liderada por el Consell de PSPV y Compromís bajo el paraguas del Pacto del Botánico en el que también participó Podemos. Mucho tiempo para unos, un suspiro para otros: en las diferentes formaciones ya se empieza a mirar el horizonte de las urnas con todos los movimientos estratégicos que conlleva este proceso. Un trayecto para el que todos tienen agendas ocultas y, en el caso de Compromís y Podemos, con curiosas conexiones con dirigentes que pasaron por el Partido Comunista.
Compromís, a la hora de enfrentar los meses previos a las elecciones posee una ventaja respecto a los socialistas que lidera Ximo Puig. Los distintos procesos internos de cada una de las formaciones -Bloc y Verds-Equo al menos- ya se celebraron y solo Iniciativa, cuyo cónclave tuvo lugar en diciembre de 2014, podría afrontar su proceso interno antes de 2019, si bien este partido se caracteriza por ser más unitario y sufrir menos en este tipo de citas por el claro liderazgo que ostenta Mónica Oltra. Por el contrario, el PSPV todavía debe resolver congresos provinciales, comarcales y locales que pueden generar problemas según se ha visto en los últimos meses.
Ahora bien, el camino hasta 2019 no apunta a ser un paseo para la coalición. La compleja estructura interna de la fuerza valencianista, formada por tres patas oficiales y una, Gent de Compromís, que todavía no se sitúa a la misma altura que las otras, invita a pensar que la composición de las listas arrojará problemas. Sobre esto, cabe recordar que la confección de un reglamento para las primarias en los comicios pasados costó de cerrar prácticamente un año y estuvo presidida por tensas reuniones donde el principal problema se situaba en la concesión de cuotas -llamadas reservas de pluralidad en su momento- para asegurar que las fuerzas númericamente inferiores al Bloc -el partido más poderoso en músculo- tuvieran una representación al mismo nivel en las candidaturas.
Aparte de la reedición del debate de las primarias, también se espera que otro asunto de vital importancia se ponga sobre la mesa llegado el momento. Las posibles alianzas preelectorales de Compromís que, cabe recordar, concurrió conjuntamente con Podemos y Esquerra Unida en los pasados comicios generales. Hasta ahora, el Bloc ha dejado claro -lo hacía la propia líder, Àgueda Micó, este fin de semana- que no tiene ninguna intención de buscar un acuerdo previo con la formación morada de cara a las elecciones de 2019.
Unas afirmaciones que, ya en alguna ocasión, han sido enfriadas por dirigentes de Iniciativa, como fue el caso de la diputada y coportavoz del partido Mireia Mollá, que en una entrevista en Alicante Plaza en marzo de este mismo año ya afirmó que ella no se hubiera posicionado "tan rotundamente" contra una posible coalición con Podemos. En este sentido, cabe recordar que Mónica Oltra fue la principal valedora en su momento del pacto con la formación morada en las elecciones generales: una alianza en la que el Bloc cedió pese a las discrepancias internas que se derivaron de ese acuerdo.
No obstante, en este momento la formación nacionalista parecer encontrarse absolutamente sólida en su enroque. Por otro lado, Oltra evita pronunciarse sobre estas posibles alianzas: la situación es complicada, dado que aunque un acuerdo preelectoral con Podemos aumentaría -a priori- las posibilidades de adelantar al PSPV y aseguraría la Presidencia de la Generalitat para la dirigente, también es cierto que es más que probable que Compromís y Podemos sacaran más escaños por separado que juntos por pura aritmética electoral. En este dilema, y así lo ven en el Bloc, concurrir con Podemos pondría en riesgo la mayoría de izquierdas porque se sacarían menos escaños que por separado. Esto, unido a que los sondeos realizados por la formación nacionalista sí apuntan a que Compromís podría culminar en solitario el sorpasso al PSPV de Puig, les hace renegar -además de las propias cuestiones ideológicas- de un pacto preelectoral con Podemos.
En este punto, el Bloc cuenta con un importante aliado en el nuevo secretario general de Podemos, Antonio Estañ, que también se ha mostrado favorable públicamente a que su partido y Compromís no concurran juntos a las elecciones de 2019. Ahora bien, en el complejo mapa de la formación morada, cabe recordar que la corriente Obrint Podem, liderada por la senadora Pilar Lima, próxima a Pablo Iglesias, se mostró mucho más abierta en la campaña interna a una posible coalición electoral de cara a 2019. Cabe recordar que dentro de la dirección de Podemos, en el sector más cercano al líder, se encuentran dirigentes que pasaron por el Partido Comunista de España (PCE) e Izquierda Unida, como es el caso de Rafa Mayoral, quien también forma parte del Frente Cívico Somos Mayoría (FCSM) impulsado por Julio Anguita. Un movimiento en el que también participa el valenciano Héctor Illueca, número dos en la candidatura de Pilar Lima, en la que también figuraron otras personas con similar trayectoria política, PCPV y EU, como Esther Sanz y Pau Vivas.
Por otro lado, las conexiones de Iniciativa con el comunismo se centran en la militancia en las juventudes de dirigentes como, además de la propia Oltra y su jefe de Gabinete y coportavoz de la citada formación, Miquel Real; Pasqual Mollà -uno de los impulsores del partido y padre de Mireia- o el subsecretario de Transparencia, Alfons Puncel; dos pilares de Iniciativa que tienen en el responsable de Organización, Emili Mira, ex de Esquerra Unida, uno de sus principales apoyos. Un tridente que viene a ser el centro neurálgico de la estrategia que se lleva a cabo desde este partido. En este sentido, fuentes de la formación señalan que tanto Mollà, a través de antiguas amistades del PCE como Puncel, con buena relación con sectores de la dirección de Podemos en la órbita de Mayoral, tienen vías de contacto en Madrid.
Unas relaciones que según fuentes consultadas por este diario se encuentran "activas" ante posibles eventualidades. Sobre esto, la posibilidad de crear una candidatura de izquierdas que pudiera aglutinar a Iniciativa, Esquerra Unida y Podemos no se descarta por esta pata de Compromís si hubiera diferencias irresolubles con el Bloc. Aunque nadie admite conversaciones para la creación de un frente en este sentido, sí se percibe que las líneas de comunicación están abiertas. Ahora bien, en la formación nacionalista que lidera Àgueda Micó no están dispuestos a ceder a un acuerdo de coalición electoral con Podemos. De hecho, fuentes del Bloc señalan que incluso internamente ya se ha llegado a mencionar el nombre del diputado nacional Joan Baldoví como posible aspirante a la Generalitat si surgiera la fractura en Compromís.
Unos movimientos en el tablero que algunos dirigentes prefieren ignorar, al considerar que Compromís permanecerá unido ante la próxima y -decisiva- cita electoral. "Dividirnos no tendría sentido... ¿qué pasaría además en ciudades como València donde tenemos la alcaldía? Sería una irresponsabilidad", comenta un alto cargo del Bloc a este diario, que no cree que puedan producirse envites que impliquen una ruptura de esas características. Ahora bien, la etapa de inédita tranquilidad que está atravesando la siempre agitada coalición parece que se acerca a su fin conforme van cayendo las hojas del calendario.