VALÈNCIA (EFE). La Comunitat Valenciana es la quinta autonomía que menos gasto sanitario público ha dedicado a conciertos en 2022, un 3,8 por ciento, la mitad que la media nacional que fue del 6,4 %; y es la segunda con mayor déficit de camas tras Andalucía, y mientras en 2010 tenía 2,8 camas por cada mil habitantes, en 2022 eran 2,6 por cada mil.
Así consta en el sexto informe 'La Atención Especializada en las comunidades autónomas', presentado este viernes por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), la misma semana que el Ministerio de Sanidad ha sacado a consulta pública la ley de Gestión Pública e Integridad del Sistema Nacional de Salud que limita la gestión de los servicios sanitarios públicos por parte de entes con ánimo de lucro.
La Comunitat Valenciana solo dedicó el 3,8 por ciento del gasto sanitario público a conciertos en 2022, la quinta autonomía con menos gasto tras Aragón (3,6 %); La Rioja (3,4 %); Cantabria (3,3 %) Y Castilla-León (2,9 %).
Por contra, Cataluña y Madrid son las comunidades que más gasto sanitario público han dedicado a conciertos en 2022: un 22,6 % en el caso de la primera y un 12,3 %, la segunda, muy por encima de la media nacional que fue del 6,4 %, dos décimas menos que un año antes.
El informe también estudia el gasto sanitario público en conciertos en un periodo más amplio (2010 y 2022). En estos doce años, el gasto disminuye el 2 %, pero con muchas diferencias entre comunidades y un aumento significativo en Madrid, 140 %; y Baleares, 49 %.
En rueda de prensa para presentar el estudio, el portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, ha subrayado el "alto grado de privatización" en la atención especializada bien en forma de conciertos, concesiones administrativas o externalizaciones, lo que redunda "en un desaprovechamiento sistemático de los recursos del sistema sanitario público".
Este portavoz ha puesto el ejemplo de la resonancia magnética "que en un centro privado funciona desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche todos los días del año, mientras que en uno público funciona hasta las tres de la tarde".
En definitiva, ha dicho, "la alta tecnología en el sector privado tiene un uso cien por cien mientras que en el sistema público ronda el 50-60 %" y si bien el sistema público tiene una tecnología muy potente, "no se está usando".
Sánchez Bayle también ha comparado la Atención Primaria con la Especializada. En su opinión, la Especializada está resolviendo problemas graves de salud con alternativas de mucha calidad frente a una Atención Primaria "deteriorada y con un funcionamiento desastroso".
Sobre los conciertos con el sector privado, Sánchez Bayle ha apostado por evaluaciones transparentes e incluso la intervención de la alta inspección para que se hagan "conciertos justificados".Y ha advertido del "despilfarro" que muchas veces está detrás de las derivaciones al sector privado.
El informe también constata que la Atención Especializada tiene dos problemas fundamentales: el "preocupante" déficit en camas hospitalarias que redunda en listas de espera elevadas y una gran presión asistencial.
De hecho, según el estudio, el número de camas instaladas por mil habitantes es muy bajo en España "y está en continua disminución".
Entre 2010 y 2023 se ha pasado de 3,42 camas a 3,24 por mil habitantes mientras que el número de camas en funcionamiento es de 2,95, lo que contrasta con los promedios de la Unión Europea, 5,21.
También las camas de media y larga estancias son pocas, y han sufrido una disminución entre el año 2021 y 2022. El 81,4 % de las camas en funcionamiento en 2022 eran de titularidad pública, y el 18,53 % privada.
El informe recoge además la opinión de la ciudadanía. La satisfacción de la población con el sistema sanitario público ha descendido desde 2010 en 0,3 puntos.
El documento constata una disminución de la utilización de la sanidad pública, mientras que la sanidad privada aumenta 1,1 puntos.