VALÈNCIA. Las muertes provocadas por suicidios y lesiones autoinfligidas escalaron en la Comunitat Valenciana durante 2023 hasta situarse en las 468 registradas, la cifra más elevada en esta autonomía desde el inicio de la serie estadística en el año 1980. De esta manera, los suicidios permanecen como la primera causa de mortalidad no natural por delante de los ahogamientos y sofocos (422) y de las caídas accidentales (411). En ese ejercicio, la valenciana fue además la séptima región del país con mayor índice de suicidios por cada cien mil habitantes, con 9.
Así lo demuestran los datos definitivos relativos a 2023 de la Estadística de Defunciones según Causa de Muerte, publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En ellos se aprecia cómo, de entre los fallecimientos por razones externas al cuerpo humano, los suicidios han crecido un 5% respecto al ejercicio anterior, y encadenan así dos ejercicios consecutivos al alza tras registrarse 401 en 2021 y unos 445 en 2022. Hasta ahora, el número más alto contabilizado en un año por el INE en la Comunitat Valenciana era de 450 en 2019.
Por edades, en la autonomía valenciana se cuentan más casos de suicidio entre personas de mediana edad, ya que en la franja comprendida entre los 45 y los 54 años se registraron en 2023 unos 100 suicidios, una cifra que supone el 21% del total. Respecto al año precedente se observa además un importante incremento de este tipo de defunciones en personas de entre 30 y 44 años, que han pasado de 75 a 98. Además, se han producido otros 94 suicidios en la franja de edad de 55 a 64 años.
Asimismo, es muy reseñable que los datos de suicidios en adolescentes y jóvenes en la Comunitat Valenciana hayan experimentado un importante repunte en 2023 al pasar de 36 a 45, la cifra más elevada para este tramo de edad en los últimos catorce años. De ellas, más de treinta corresponden a hombres y las catorce restantes a mujeres. Según el INE, durante el pasado ejercicio casi una de cada diez muertes clasificadas como suicidio correspondía a una persona de entre 15 y 29 años. A su vez, en personas que sobrepasan los 74 años las muertes de esta categoría crecieron por tercer ejercicio consecutivo y se situaron en 79, quince más que en 2022.
La Comunitat Valenciana se sitúa así pues como una de las siete regiones del país donde la tasa de defunciones por suicidio o lesiones autoinfligidas supera a la media estatal, que en 2023 se encontraba en torno a 8,6 por cada 100.000 habitantes. Por delante de la valenciana, Asturias y Galicia son las autonomías españolas con mayor tasa de suicidios con 13,9 y 11,4 por cada 100.000 residentes respectivamente. Le siguen Canarias, Navarra, Andalucía y La Rioja, mientras que en el lado opuesto se ubican el País Vasco (6,4) y Madrid (6,1).
Por su parte, y tras los suicidios, la segunda causa externa de muerte más frecuente en la Comunitat Valenciana son los ahogamientos y sofocos, que han experimentado un importante crecimiento en las últimas décadas. De hecho, hace veinte años, en 2003, se registraron en la autonomía valenciana 123 fallecimientos por estos motivos, mientras que ahora, en 2023, y pese a haberse producido un descenso del 4,5% respecto al ejercicio precedente, la cifra se encuentra en un total de 422 defunciones. Un escenario que estaría ligado sobre todo al envejecimiento de la población y a otros factores como el calor y el aumento de las temperaturas.
En este sentido, las cifras del INE demuestran que el 76% de quienes murieron en 2023 debido a ahogamientos o sofocos tenían 70 o más años de edad, y las cifras se intensifican a partir de los 85 años, donde ya se concentran más de la mitad de las defunciones de este tipo. A su vez, e igualmente muy relacionadas con la vejez, las caídas accidentales experimentaron un crecimiento del 7% en 2023 hasta ubicarse en las 411, que es el número más alto desde el inicio de la serie estadística del INE en 1980. De hecho, y hasta ahora, jamás se habían rebasado en la Comunitat Valenciana las 400 muertes por esta causa.
Por detrás, y con una evolución muy distinta, los accidentes de tráfico, que en décadas anteriores solían aparecer como la causa de muerte externa más frecuente tanto en la región valenciana como en toda España, se han reducido con creces al pasar de los 579 en 2003 a los 160 actuales, cerca de su registro más bajo que se contabilizó, con 140 defunciones y en un contexto de parálisis de la movilidad debido a la pandemia de la covid-19, en el año 2020.
Las causas externas de muerte o no naturales, en su conjunto, supusieron el pasado año y en la Comunitat Valenciana alrededor del 4% del total de fallecimientos registrados, que se ubicó en 46.683. En este sentido, y según la clasificación en grandes grupos del INE, los motivos de defunción más frecuentes estarían relacionados con las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores, que son responsables del 28% de los decesos en el primer caso y del 26,5% en el segundo. Tras ellos, muy por detrás, se ubican las enfermedades del sistema respiratorio, que provocaron casi el 10% de los fallecimientos, así como las asociadas al sistema nervioso y los órganos de los sentidos (7%).
Si se analizan esos dos grandes grupos en detalle, es posible determinar que una de las principales causas de defunción serían los tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón, responsables de una de cada cinco muertes tumorales y del 5,6% del total de decesos en la Comunitat Valenciana. También presentan altas cifras de fallecimientos las enfermedades cerebrovasculares (5,3%) y las hipertensivas (4,4%), incluidas ambas entre aquellas vinculadas al sistema circulatorio.