VALÈNCIA (EFE). El proceso de liquidación de la multinacional sevillana Abengoa encara uno de sus momentos decisivos, a falta de que el lunes expire el plazo para que los interesados en las unidades productivas del grupo presenten sus ofertas.
Sobre la mesa se encuentran, de momento, las propuestas de Urbas, valorada por la plantilla como "positiva para el futuro del negocio y el mantenimiento de los puestos de trabajo"; la de la portuguesa RCP junto con el fondo Sinclair Capital, y la de la británica Ultramar Energy, apoyada por socios como Siemens Energy.
Urbas formalizó en noviembre una oferta vinculante para adquirir la unidad productiva. En ella identifica varios "grandes pilares" sobre los que apalancar la viabilidad a corto y medio plazo de Abengoa, como su reconocimiento en el sector, su experiencia internacional y su innovación en áreas como el hidrógeno, las renovables o el sector aeroespacial, todas de interés nacional.
La oferta, que pasa por el "mantenimiento íntegro" de las actividades del grupo en sus sectores principales, incluye los activos y pasivos de proyectos, salvo los que la hacen inviable, y establece que su adquisición se produzca libre de cargas, gravámenes y deudas que no sean créditos laborales y de seguridad social.
En materia laboral, Urbas prevé el mantenimiento de unos 4.700 empleos, con las mismas condiciones, categorías y antigüedades, lo que supondría la transmisión de una masa salarial anual de 128 millones de euros, a los que sumarían 61 millones por la antigüedad de los trabajadores traspasados.
Fuera del perímetro de la unidad productiva se quedarían alrededor de 330 empleos relacionados con la operación y el mantenimiento de contratos asociados a la filial Abengoa Solar España, que serían subrogados.
Más allá de estas cifras, la valoración realizada en la oferta "no permite ofrecer precio" en la medida de que la oferente "pretende viabilizarla mediante una importante inyección de liquidez y avales, y su compromiso de continuar su actividad durante un periodo mínimo de tres años".
Hace un mes, la representación legal de los trabajadores de las distintas empresas que configuran Abengoa dijeron ver "positiva" la oferta de Urbas, si bien reclamaron una mayor atención para la plantilla de Abengoa Solar España que se encuentra pendientes de su propio concurso de acreedores.
A mediados de diciembre, Ultramar Energy manifestaba también su interés en todas las unidades productivas del grupo con una oferta que asciende a 132 millones de euros y que cuenta con el respaldo de socios como Siemens Energy.
Según explicó entonces, la firma asumiría el 100 % de los trabajadores y establecería en Sevilla la sede central del nuevo "holding", contando inicialmente con 100 millones de euros en una línea de financiación inmediata que soporte el plan de negocio.
En 2021, Ultramar ya se sumó a un consorcio encabezado por el Grupo Caabsa, propiedad de la familia mexicana Amodio y participado por EPI Holding, que mostró su interés para tomar las riendas de Abengoa, aunque finalmente se retiró tras un "exhaustivo proceso de 'due diligence' sobre las cuentas" de la firma.
La intención ahora de Ultramar Energy es integrar las unidades productivas como núcleo de un nuevo grupo global de referencia de ingeniería y construcción compuesto por cuatro empresas y con cerca de 1.000 millones de facturación combinada, más de 10.000 empleados y operaciones en Estados Unidos, Latinoamérica y Asia.
La oferta incluye 10 millones de financiación para hacer frente a las necesidades de liquidez inmediata, incluido el pago de las nóminas hasta el cierre de la operación, y preservar así el valor en continuidad de las unidades productivas.
Además, se estiman 20 millones para adquirir el perímetro de sociedades y 32 millones en concepto de ahorro de créditos contra la masa que se devengarían por la estimación de las indemnizaciones potenciales del 100 % de los trabajadores y toda la deuda con la seguridad social.
Ultramar añade 70 millones por la deuda de proveedores comerciales de contratos de ejecución de proyectos asumidos, y todas las deudas concursales y contra la masa de las sociedades del grupo incluidas en el perímetro de las unidades productivas.
De forma adicional contempla los avales y garantías bancarias exonerando del mismo al resto de las sociedades del grupo.
Otro viejo conocido, RCP, -junto con Sinclair Capital- también compite por los activos de Abengoa, con una oferta que incluye la aportación inmediata de 968 millonesy el compromiso de no fracturar el grupo, según publicó el diario ABC de Sevilla el pasado 12 de diciembre.
Ya el pasado julio se conoció que la matriz de Abengoa había propuesto negociar con sus acreedores la devolución de su deuda en tres años con una quita del 97 % y dar entrada a RCP y Sinclair con una inyección de 200 millones, como vía para evitar su liquidación y favorecer la integridad del grupo.