Cuando un país coloca los corderos sobre las ramas de los árboles, algo está por ocurrir. Cuando los turistas se paran a hacer fotos de los corderos colocados en los árboles cuál pájaros posados sobre sus ramas, algo ha ocurrido. En Marrakech, los pastores agudizan el ingenio, como todo el mundo en un país rico que no es para pobres. En un país donde aún se vende desde una puesta de sol hasta el baile de la cobra al son de la flauta. Mientras la vida pasa, y el atardecer engulle los colores y los olores del zoco, hay quien coloca las piezas del ajedrez, aunque no sobre las ramas de los árboles.
No lejos del bullicio de una ciudad que tiene el color de la terracota, un grupo de expertos venidos de todo el mundo se reúnen en el 9º Africa Security Forum para analizar las amenazas que emergen de África y sus enemigos en la era digital. Allí nos volvimos a encontrar al Representante Especial de la Unión Europea para el Sahel, Ángel Losada, y al profesor Fernando Reinares, director del programa sobre el terrorismo global del Instituto Real Elcano.
África y sus enemigos, la territorialización y la fragmentación de los grupos terroristas que cabalgan las arenas de un desierto sin fronteras, sin aduanas, con paso franco entre las caravanas de tuaregs que les sirven de sherpas. ¿Qué papel puede tener aquí la inteligencia en la arquitectura de la seguridad contra los luchadores que vuelven del terror yihadista? El General Juan Bautista Sánchez Gamboa, del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas españolas, y el teniente coronel Luis Bernardino, profesor de estrategia y relaciones internacionales de la Academia militar portuguesa, actualmente en la Joint Force de la OTAN en Brunssum, plantearon los problemas en un escenario nada ajeno y nada lejano.
La estrategia contra el radicalismo y la violencia extremista no es fácil. Y menos cuando la Unión Europea ha decidido bajar sus fronteras hasta el Sahel. El objetivo para bien y para mal son los países al sur del Sáhara, en la zona de retorno, o del no-retorno, para los milicianos armados y los terroristas que abrazaron la causa de ISIS y regresan más organizados que nunca y más radicalizados que antes.
A ello se une el nuevo modus operandi del terrorismo yihadista que golpea África cada vez más fuerte. Las nuevas generaciones de terroristas se alimentan de la esperanza y de la desesperanza de los más jóvenes, de los que no se atreven a jugarse la vida en el mar, de los que aún creen que tienen un futuro en el continente africano, en casa… O no. Y por eso abrazan el AK-47.
Chicos y chicas que recorren las calles de la Medina, que pueblan las plazas de Marrakech, añorando la música del atardecer, vendiendo sueños e ilusiones. Adolescentes vestidas con el hiyab, que comienzan a cubrir tímidamente su cabeza, luego su cuerpo y, por último, su identidad de mujer libre y librepensante. Renunciando a los cien años de lucha por la igualdad que tanto está costando conquistar.
Hasta que un día también cogen la metralleta y amenazan con ella a los participantes en un programa de reeducación de jóvenes retornados de Siria. Porque esto es lo que le ocurrió a Asmaa Sebbar, directora de programas y proyectos del Centro Marroquí de Estudios Estratégicos (CMES) y alma del Forum ÁfricaSec que organiza desde hace nueve años en Marrakech con el profesor y director del CMES, Mohammed Benhammou. Ella y ocho mujeres más hablaron de la cuestión de género en un foro dominado por hombres, el de la seguridad y la geoestrategia.
Y aportaron soluciones. Como las propuestas de Ana Catarina Mendes Leal, responsable de relaciones internacionales para el gobierno de Portugal, que habló del grupo RAN, un network de la Unión Europea que lucha contra la radicalización y la violencia extrema a todos los niveles de la sociedad civil, en colaboración con las fuerzas de seguridad y bajo el auspicio de la DG Home, la Dirección General de Interior europea.
Educación, igualdad, integración social… Estas palabras resonaban en la sala con su eco. Fueron el mantra repetido una y otra vez, cual tintineo que acaba por martillear dentro de la cabeza, hasta que se asimila y se asume, se lucha y se defiende. Pero no basta con decirlo, hay que hacerlo. Y, por ello, en este Forum, se anunció la creación de un Observatorio Internacional de Mujeres para abordar la radicalización y la violencia extrema desde una perspectiva de género. ¿Puede haber algo más valiente y emocionante que tomar la iniciativa contra un mundo que nos obvia y otro que nos amenaza? Sí. Colocar corderos sobre las ramas de los árboles.