Andorra es un paraíso natural en medio de los Pirineos. En sus 468 km cuadrados acoge hasta tres Parques Naturales, por lo que se convierte en un escenario ideal para combinar deporte, naturaleza y cultura… además del shopping.

En verano, las opciones para los amantes del multideporte se multiplican en Andorra. Hacer senderismo, correr por caminos de montaña o disfrutar de rutas con encanto en mountain bike, son solo algunas de las muchas actividades deportivas y de aventura que se pueden practicar.  

Para quien quiera descubrir los encantos de Andorra corriendo por hermosos parajes de montaña, puede hacerlo por caminos como Las Pardines, el Camino de la Solana, el Camino de la Umbría o la Ruta del Hierro. 

El Camino de las Pardines tiene 3 km de longitud y tan solo 10 metros de desnivel. El itinerario permite disfrutar de las vistas panorámicas sobre el pueblo de Encamp. Cuenta con un jardín botánico de especies autóctonas y con la reconstrucción de una antigua carbonera. Dispone de varios puntos de agua, así como mesas para realizar una parada. El camino acaba en el lago de Engolasters, en el que encontraremos dos restaurantes y un bosque de aventura equipado con puentes y tirolinas.

La Ruta del Hierro es un interesante itinerario cultural que nos invita a descubrir la transformación y la comercialización del hierro desde principios del siglo XVII hasta finales del siglo XIX. Tiene poco más de 4 km y un desnivel negativo de 100 m. Es un bonito entrenamiento de trail running, en el que encontraremos minas, carboneras, forjas, además de ejemplos del hábitat minero y siderúrgico.

Otra opción para correr por Andorra es el Camino de Prat Primer, un itinerario que nos permite descubrir el paisaje y la vegetación de la alta montaña andorrana y visitar uno de los numerosos refugios libres que hay en el Principado.

Es un recorrido circular, de casi 9 km de longitud, por la vertiente umbría del hermoso bosque de la Caülla. La ruta empieza en el merendero de la Comella, desde donde seguimos el río del mismo nombre, hasta su nacimiento. Allí encontramos el bonito refugio libre de Prat Primer. Después, flanqueamos la montaña un buen rato por el camino de los Certeresos, hasta llegar al collado de la Caülla. A continuación, descendemos por el majestuoso pinar negro y enlazamos con el camino de subida al Cortal de la Plana. Finalmente, regresamos al merendero. 

Aunque el itinerario está bien señalizado con puntos de color amarillo y no tiene ninguna dificultad técnica, es necesario realizar un importante esfuerzo físico, ya que en pocos kilómetros se debe superar un desnivel de casi 1.000 metros.

Por último, El Camino de la Solana, empedrado y llano permite descubrir la ciudad de Andorra la Vella y los alrededores de la parroquia. El itinerario está señalizado y forma parte del sendero interpretativo del Anillo Verde, el pulmón verde de Andorra la Vella. Transcurre por la ladera del solana y desde él se disfruta de buenas vistas y de una tranquilidad sorprendente. Durante todo el recorrido encontramos varios caminos señalizados que nos permiten descender hacia el centro de Andorra la Vella.

Cualquiera de las opciones nos servirá para disfrutar sobre zapatillas de los valles, senderos, montañas, lagos y praderas que envuelven Andorra.