VALÈNCIA. De Ontinyent a todo el mundo. Este ha sido el recorrido meteórico de la firma valenciana Cotoblau cuyo CEO, Càndid Penalba, se empeñó en trabajar con Ikea y ahora fabrica protectores de colchones a distribuirlos nivel mundial de la mano de la firma sueca con una facturación de más de 24 millones.
"La compañía nació hace 15 años, en abril de 2002", explicaba Penalba en la jornada ¿IKEA + empresas valencianas?: Dos casos de éxito organizada por Ivace Internacional e IKEA Valencia . "Yo provengo de una familia con gran tradición textil y soy la cuarta generación". Su base en Ontinyent, población con un clúster textil, les permite ser competitivos aprovechando las industrias auxiliares que tienen a su alrededor.
Su puesta en marcha fue en la Vall D'Albaida con cuatro personas, un espacio de 90 metros cuadrados y una facturación de 1,3 millones, ahora son 160 en una superficie de producción de 25.000. Penalba trabajó en la banca, en alguna multinacional americana y cuando se puso a trabajar en la empresa de su padre la crisis del textil era grande, por lo que vio la necesidad de llegar a los mercados internacionales. En un viaje a Madrid entró en Ikea y fue un momento clave. "Cambié el chip y pensé que el canal tradicional iba a cambiar, era un concepto muy interesante".
Nunca había estado en Suecia, pero llamó a Findandia para ponerse en contacto con la compañía. Le derivaron a París, donde la comercial le dijo que iría a Valencia en dos días y él se ofreció a recogerla en el aeropuerto y enseñarle su empresa. "Pasaron dos años hasta el primer pedido y lo primero que hicimos fue desarrollar un acolchado con ultrasonido, que no existía en Europa", explicaba.
Actualmente, Cotoblau fabrica cinco familias de productos. Gokart, que tiene 27 referencias, le permite vender 100.000 prendas semanales en todo el mundo. "Somos el único fabricante de Europa que vende protectores a China cuando la mayoría de gente los importa", bromeaba Penalba.
Otras gamas son Nattlig, que se vende en la sección infantil y tiene 12 referencias, Parlmalva, que se ha empezado a vender en Europa, Kattost, que solo se vende de momento en Gran Bretaña, y Kungsmynta, su última innovación realizada con tejido lyocell. "Cuando ven producto interesante lo prueban y si funciona es posible que lo extiendan a otros centros".
Ahora se han convertido en uno de los mayores fabricantes de fundas y colchones de Europa y fundamentalmente gracias a Ikea, que supone el 60% de sus ventas. Al margen tienen otras dos marcas propias, Cotopur y Kamasana.
Penalba reconoce que los protectores son un acommodity, que no tiene ni modas ni diseño. "La clave es la variedad, el marketing y la innovación". Ahora, desarrollan productos que permiten regular la temperatura de colchón, por ejemplo, o colchones con tratamientos antialérgicos. También están experimentando con relleno nórdico, producto que podría ser incorporado al catálogo de la sueca.
El CEO de Cotoblau aseguraba que el medio ambiente y la sostenibilidad está muy de moda pero destacaba que, trabajando con Ikea, se han dado cuenta de que al margen de ser fundamentales el ser sostenible vende. Por otro lado, señalaba las puertas que abre el ser proveedor de Ikea. "Es marketing. Otros distribuidores se interesan por trabajar con nosotros solo por trabajar con Ikea, por la calidad y los precios, y porque podemos servir muy rápidamente", reconocía, También señalaba la dificultad de mantener todas las exigencias que marca la compañía.