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se adjudicó las unidades productivas en la liquidación

Cox Energy, a un paso de firmar la compra de Abengoa tras la luz verde del juez

Foto: PEPE OLIVARES
18/06/2023 - 

ALICANTE. La empresa de origen alicantino Cox Energy, fundada en Madrid y presidida por Enrique Riquelme, que le dio el nombre de su localidad natal (aunque la gran parte de su negocio está en América), cuenta los días para convertirse oficialmente en la nueva dueña de las unidades productivas de Abengoa que fueron a concurso. 

El Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla, que adjudicó en abril las filiales concursadas de Abengoa a Cox Energy al considerar que era la oferta que mejor garantizaba la recuperación del 50% de la deuda y el mantenimiento del empleo, rechazó a finales de mayo los recursos presentados por las otras empresas interesadas, incluida Urbas (dueña de la alicantina Ecisa, con sus propios problemas), con lo que la adjudicación ya es firme.

Así, solo resta firmar el contrato de compra de las empresas, algo que podría producirse en breve, seguramente durante la primera mitad del verano, y centenares de filiales de Abengoa pasarán a ser propiedad de Cox Energy. Una situación completamente nueva para la firma alicantina, dedicada al sector de las renovables sobre todo en América y con una plantilla que no llega al centenar de empleados: ahora asume más de 9.500 empleos y varias verticales fuera de su core, pero también se dota de activos humanos y materiales para acometer directamente sus proyectos.

Cox Energy, fundada hace menos de una década, está controlada por una sociedad de cabecera con sede en Madrid, pero muchas de sus filiales están en América y, de hecho, cotiza en la bolsa de México (fue la primera empresa de renovables en listar en América Latina), donde está valorada en 190 millones de euros, unas ocho veces y media su facturación anual. En en el ejercicio 2022, cuando disparó su negocio, la firma de Riquelme declaró unos ingresos de cerca de 23 millones de euros, según la información remitida al regulador, y se anotó unas pérdidas de 10,3 millones después de impuestos.

Estas pérdidas (la firma ha cerrado en números rojos los últimos seis ejercicios), la mitad que en el año 2021, se explican desde Cox Energy porque la empresa está aún en fase de inversión y no ha comenzado a rentabilizar los proyectos que tiene en ejecución o en cartera, pero confían en darle la vuelta a la situación a corto plazo. Pese a ello, el juez destacó en el auto en que le adjudicaba Abengoa que "la liquidez ofrecida se muestra como suficientemente fundada, sólida, creíble, y factible, el ser posible llevarla a cabo, para lo que parece tiene capacidad".

De hecho, Cox Energy protagonizó durante la fase de subasta de la unidad productiva de Abengoa (los activos y pasivos de las casi trescientas filiales concursadas) una jugada bien llamativa: concedió un préstamo de 2,5 millones de euros para hacer frente a las nóminas de los trabajadores afectados. Hecho que también destaca el auto, que recoge "el compromiso y la disposición demostrada con la aportación de liquidez", además de tener en cuenta "la actividad y empleo que se garantizan" y que Cox Energy no ponía condiciones para asumir los créditos intragupo, como el resto de aspirantes.

Con la luz verde definitiva del juez, es cuestión de semanas que Abengoa pase oficialmente a manos de la firma alicantina, que se queda todas las áreas de negocio y el corporativo, y contempla mantener la sede social de la compañía en Sevilla con un plan financiero e industrial para tres años con cargas de trabajo inmediatas por valor de más de 3.200 millones de euros. La cartera de la compañía, con tres áreas de actividad (generación, comercialización y operación de plantas), supera los 5.000 megavatios (MWp) en diferentes fase de desarrollo.

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