VALÈNCIA. El Gobierno valenciano dio este jueves un toque de atención a Pedro Sánchez al negarse a respaldar, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), los nuevos objetivos de déficit para los próximos tres años que incluyen un aumento de dos décimas en el límite máximo para las Comunidades Autónomas en 2019.
La propuesta del Gobierno supone rebajar dos décimas el objetivo de déficit de las comunidades autónomas de cara al próximo año, de forma que pasará del 0,1% del PIB previsto al 0,3%, lo que se traducirá en un incremento de los recursos autonómicos de alrededor de 2.400 millones de euros. En el caso de la Comunitat Valenciana, suponía 220 millones más de gasto y de endeudamiento.
La Comunitat Valenciana se abstuvo en una votación muy marcada por los partidos en la que, al revés de lo que ocurría con las propuestas de Cristóbal Montoro, las CCAA gobernadas por el PP (Madrid, Castilla y León, Galicia, Murcia y La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) y Canarias (Coalición Canaria) votaron en contra, mientas que las del PSOE (Asturias, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía, Baleares y Extremadura) y Cantabria (PRC) lo hicieron a favor. Solo la valenciana rompió la 'disciplina' de voto. Cataluña, País Vasco y Navarra no asistieron.
El Consejo de Política Fiscal y Financiera ha aprobado este jueves los objetivos de déficit para el conjunto de las comunidades para los próximos tres años. La propuesta del Gobierno ha conseguido el respaldo de siete comunidades, mientras que otras seis se han posicionado en contra y la Comunidad Valenciana se ha abstenido, según han informado a Europa Press fuentes de la reunión.
Según ha podido saber Valencia Plaza, la abstención del Gobierno valenciano, representado por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, vino motivada por el malestar del PSPV ante la falta de compromiso del Gobierno de Sánchez para abordar una reforma del modelo de financiación autonómica -lo del límite del déficit permite más gasto, pero a costa de mayor endeudamiento-, pero sobre todo por la presión de Compromís, socio de gobierno.
La coalición, presente en la delegación valenciana en la persona de la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, trató por todos los medios de que el voto de la Comunitat fuera negativo, por lo que al final se optó por una solución intermedia que no supusiera un desaire para el Gobierno de Sánchez.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, explicó al término del encuentro que su abstención, saltándose el sentido del voto del resto de autonomías controladas por el PSOE, se debió a que la propuesta de aumento de los objetivos de déficit resulta "insuficiente" para un territorio que "es el peor financiado de España".
Según argumentó Soler, la situación de partida de la Comunidad Valenciana es muy diferente a la de otras comunidades y ha puesto el acento no tanto en la propuesta del Gobierno, que aplaude, sino en el propio diseño autonómico, que "ha repartido bien las competencias pero no los recursos". "Eso estamos camino de que se resuelva", concluyó.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció en el CPFF que va a haber una reunión última del Comité Técnico Permanente para acabar los trabajos sobre la reforma de la financiación autonómica, que estaban prácticamente concluidos cuando se produjo el cambio de Gobierno.
La ministra manifestó que desde ese momento se abrirá la negociación política para la reforma del modelo. "Adonde lleguemos, depende de ustedes. Esta ministra cree en la necesidad de cambiar el modelo, pero depende de lo que ustedes nos dejen", concluyó.