CASTELLÓ. Las dudas sobre el papel de la Comisión Europea a la hora de garantizar el tratamiento en frío de la naranja de Sudáfrica aumentan cada día que pasa... y eso que solo han transcurrido dos meses desde la fecha en que se publicó la norma en el Diario Oficial de la Unión Europea, el 24 de junio pasado.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) fue la primera en hacerse eco del acuerdo entre el Gobierno comunitario y el sudafricano para desbloquear la situación de 2.000 contenedores que, según señalaba el Ejecutivo africano, salieron del país antes de que entrara en vigor la norma y llegaron una vez ya debían cumplirla.
Ahora, son otras voces las que denuncian que esto va más allá. Una de ellas llega desde la propia capital europea. La eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero ha preguntado a la Comisión si estos contenedores están superando el protocolo fitosanitario una vez llegaron a puerto; esto es, en centros logísticos refrigerados de Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Suecia.
Por su parte, las asociaciones de agricultores de Vila-real y Nules van más allá y creen que esto no se está realizando. Y lo argumentan en dos cuestiones: porque es mucho más caro (llega a multiplicar el coste por cinco) y porque no hay capacidad suficiente para ello. Además, después de que se haya dado salida a los 2.000 contenedores, aseguran que se están cargando nuevos barcos de la misma forma: sin el pretratamiento en puerto y sin la temperatura requerida en el transporte marítimo.
Y lo cierto es que, con un mercado interno saturado de fruta, según apunta el portal especializado Freshplaza, en las últimas semanas la patronal sudafricana de exportadores ha reducido hasta hacer desaparecer las quejas que vertía sobre las instancias europeas por la aplicación de la medida. La Citrus Growers' Association se quejó amargamente por unas medidas que calificó de "injustificadas, científicamente defectuosas, innecesarias y desproporcionadas". Esto se vio acompañado por la acción del Gobierno sudafricano, que llegó a denunciar ante la Organización Mundial del Comercio a la Comisión Europea por la aplicación de un protocolo fitosanitario que pretende evitar la llegada de una plaga al territorio comunitario. Además, amenazó con llevar el asunto a los tribunales.
Ahora todo esto ha desaparecido y lo único cierto es que, aunque hace ya un mes y diez días que toda la naranja sudafricana que llega a Europa debería haber superado este tratamiento en frío, la falta de información de la Comisión sobre las inspecciones que realiza en los puertos tiñen de nubarrones un protocolo acerca del cual el propio ministro de Agricultura español, Luis Planas, fue tajante hace unas semanas.
