VALÈNCIA. La campaña de IRPF y Patrimonio del ejercicio 2019 pone de nuevo encima de la mesa la tributación de las criptomonedas. La Agencia Tributaria dispone, cada vez más, de mayor información sobre los flujos de fondos realizados por los contribuyentes con operadores de criptomonedas y así lo advierte en las comunicaciones de los datos fiscales de esta campaña. Los profesionales que nos dedicamos al asesoramiento fiscal nos estamos encontrando con un número creciente de clientes que vienen realizando inversiones en monedas virtuales o también denominadas criptomonedas o criptodivisas, desconociendo muchos de los inversores las implicaciones fiscales en España de las operaciones con estos activos.
Las criptomonedas nacieron hace aproximadamente 10 años, y desde entonces todo lo que rodea asu mundo ha ido creciendo de una manera exponencial. Existen fieles creyentes de que las criptomonedas representan el futuro de la economía mundial, si bien también es cierto que existen otros tantos detractores que las ven como un activo que está generando una nueva burbuja que no tardará en explotar causando un daño patrimonial a los que hayan invertido en ellas.
Lo que es evidente es que las criptomonedas han aumentado su popularidad y han atraído la atención de numerosos inversores que las ven como una interesante alternativa de ahorro e inversión, debido a las importantes revalorizaciones que algunas de ellas están teniendo. Paralelamente, las autoridades financieras también se han fijado en ellas, advirtiendo de los peligros que pueden existir por las inversiones en este tipo de activos. Del mismo modo, las administraciones tributarias, como en el caso de España, han puesto el foco sobresus transacciones. Así, la Agencia Tributaria ha incluido dentro del Plan de Control Tributario de los últimos años el control de los riesgos fiscales con criptomonedas, con un mayor análisis y explotación de la información que obtiene de los intermediarios que intervienen en las operaciones, con el objetivo fundamental de garantizar la correcta tributación de la titularidad y transmisión de estos activos.
El problema que se plantea, tanto a la Agencia Tributaria como a los profesionales que nos dedicamos al asesoramiento en derecho tributario, es la regulación existente o, mejor dicho, inexistente. Desgraciadamente, las cuestiones fiscales que plantean las criptomonedas son tan recientes, que habrá que esperar cierto tiempo hasta que tanto la regulación normativa como la Dirección General de Tributos (en adelanteDGT) nos resuelvan las dudas que se plantean respecto a su tratamiento fiscal.
Hay que tener presente que las inversiones realizadas en criptomonedas no suelen ser estáticas, sino que dan lugar a diferentes operaciones con implicaciones fiscales, como podrían ser el intercambio o permuta, su utilización como medio de pago en la adquisición de bienes y servicios o la propia venta de estas a cambio de euros a través de las plataformas de trading o exchange.
Sin duda las criptomonedas se han convertido en un producto más de nuestro asesoramiento, no exento de dificultad, entre otros, por los siguientes motivos:
Todo ello unido a la formación e información que la Agencia Tributaria va atesorando debido también a las inspecciones que viene realizando a contribuyentes que no han declarado correctamente las operaciones con criptomonedas.
Sin duda nos presentamos ante una nueva campaña del IRPFe Impuesto sobre el Patrimonio con muchas dudas por resolver sobre la tributación de las criptomonedas, si bien la Agencia Tributaria va teniendo cada vez más información de las operaciones de los contribuyentes, por lo que la correcta declaración de la tenencia y transacciones relacionadas con estos activos resulta fundamental para evitar sanciones en el futuro.
Enrique Lucas, socio de Anaford y responsable de las oficinas de Valencia y Tomas Costa, abogado fiscalista de Anaford