el desembolso de las administraciones crece un 28% en los últimos cuatro años

Crisis de 2008 y pandemia: dos formas de actuar frente a una crisis según las inversiones públicas

26/07/2024 - 

VALÈNCIA. La crisis de 2008 y la de la pandemia provocada por el coronavirus han sido atajadas por las administraciones de forma muy distinta en materia económica. En la primera se apostó por la austeridad, con una reducción de las inversiones públicas españolas superior al 23% en el periodo 2007-2011; mientras que en la más reciente se ha optado por aumentar un 28% estas partidas entre los años 2019 y 2023 con el apoyo de fondos europeos.

La inversión total (pública y privada) sigue un 2% por debajo de la anterior a la pandemia, aunque "esta caída nada tiene que ver con la de la gran recesión, cuando la inversión se desplomó un 40%". Así lo revela el último documento 'Esenciales' elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que destaca la "desigual respuesta observada en todos los componentes de inversión pública" durante ambas crisis. 


Inversión pública en España entre 2007 y 2023


En este sentido, el informe apunta que la "radicalmente diferente" respuesta de la Unión Europea es el motivo que está detrás de que España también haya abordado estas dos recesiones de manera opuesta. En 2008 se optó por recortar en inversiones públicas, mientras que en 2020 se apostó por incrementarla. Una medida que ha estado en gran parte apoyada en los fondos europeos Next Generation, que han supuesto la concesión de más de 140.000 millones en ayudas.

Las inversiones urbanas crecen un 63%

Si se analizan los desembolsos públicos por sectores, destaca especialmente la evolución de las inversiones urbanas realizadas por los ayuntamientos en el período 2019-2023, con un repunte del 63%, frente a la caída del 150% durante la crisis de 2008. No obstante, cabe mencionar que el gasto de las corporaciones locales tiene un menor peso en el global que durante hace 13 años. También destacan las evoluciones en Educación o Sanidad, materias en las que la inversión ha crecido en torno al 30% en los últimos cuatro años. Además, los gobiernos han apostado por las infraestructuras ferroviarias y aeroportuarias, cuyas partidas han crecido entre el 30% y el 40%. 

El informe también muestra que los objetivos de las inversiones también han evolucionado en la última década. En este sentido, las administraciones destinaron el 51% de sus presupuestos en infraestructuras de transporte e hidráulicas durante la crisis de 2008, porcentaje que ahora se reduce hasta el 39%. Por contra, ascienden Sanidad, que ahora representa el 14,1%; y Educación, que aumenta casi dos puntos, hasta el 8,2%. 


Composición de la inversión pública (datos porcentuales)


Las consecuencias también son distintas

Este estudio elaborado también analiza las consecuencias de ambas maneras de responder a una recesión. Para ello se centra en el dato del Producto Interior Bruto (PIB) acumulado en España y en las cifras del mercado laboral. En este sentido, el PIB experimentó una contracción del 3,6% entre 2007 y 2011; mientras que ha repuntado un 2,2% entre 2019 y 2023. 


Variación porcentual de PIB, empleo e inversión


Por su parte, el empleo, tanto en horas trabajadas como en número de profesionales, menguó un 10% durante los años más duros de la crisis de 2008; mientras que en 2023 era un 0,3% y un 2,9% superior al de 2019 en términos de horas y en número de trabajadores, respectivamente. Por todo ello, el estudio considera que las medidas tomadas durante la crisis del coronavirus "consiguieron frenar el impacto sobre el PIB y el empleo a diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2007". 

Además, el informe recuerda que la respuesta "más frecuente" ante las crisis "es dejarse dominar por el corto plazo y reducir más la inversión que los gastos corrientes, a pesar de que la visión keynesiana recomienda una política anticíclica, que consiste en aumentar la inversión en recesiones y reducirla en expansiones. "El análisis de las dos últimas crisis nos enseña que el cambio de estrategia ha resultado muy positivo para la economía española. También ha sido decisivo para mantener la cohesión de la UE y poner los cimientos de un crecimiento basado en fundamentos más sólidos y solidarios", sentencia esta investigación.

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