VALÈNCIA (EFE). El sindicato CSIF ha presentado alegaciones contra el proyecto de decreto del Consell que homologará sacar una nota de 7 o superior en la asignatura de valenciano en Bachillerato desde el pasado curso con la acreditación de C1 en esta lengua cooficial.
En un comunicado, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) considera que puede producir “discriminación o agravio” y que podría vulnerar principios constitucionales, como el de igualdad.
Indica que este proyecto de decreto se halla en fase de información pública, y que CSIF, como organización sindical defensora de los derechos de los empleados públicos, se halla legitimada para participar en la fase de información pública de este proyecto normativo.
En este sentido recalca que “afectará indirectamente a los requisitos exigidos para el acceso al empleo público en la Generalitat”.
El sindicato apunta que “el artículo 7 del proyecto de reglamento dispone que se reconoce un nivel C1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas a las personas que hayan terminado las enseñanzas postobligatorias no universitarias en la modalidad de Bachillerato con una calificación media de 7 o superior en la asignatura de valenciano en los dos cursos de Bachillerato a partir del curso 2021/2022”.
La central sindical, en su alegación, recalca que “este reconocimiento resulta absolutamente arbitrario y produce agravios entre las personas que hayan terminado las enseñanzas de Bachillerato”.
A este respecto pregunta: “¿Por qué la calificación media tiene que ser una nota de 7 o superior en dos cursos de Bachillerato solamente a partir de 2021/2022 y no en los cursos anteriores?” o “¿por qué dicha calificación de siete o superior y no otra –como podría ser el aprobado- es la que otorga la acreditación de un conocimiento de valenciano correspondiente a C1?”.
CSIF subraya que “se produce una discriminación temporal inadmisible, ya que habrá muchas personas que, con esfuerzo, hayan superado las dos cursos de Bachillerato con una calificación de 7 o superior con anterioridad al curso 2021/2022 y no podrán ver reconocida su competencia lingüística con el nivel C1 solamente por el momento en que iniciaron sus estudios”.
El sindicato avisa de otra “discriminación o agravio” en “esa calificación arbitraria, ya que pueden existir muchas personas que hayan aprobado la asignatura de valenciano en los dos cursos de Bachillerato sin haber llegado a la calificación de 7".
Estas personas no tuvieron la posibilidad de adaptar sus estudios, esfuerzo o currículo educativo por no ser conocedoras, en el momento de inicio del curso correspondiente, de una norma que les iba a resultar de aplicación. "Esto provoca una situación de inseguridad jurídica”, aseveran.
CSIF considera que ese precepto del proyecto de decreto del Consell “puede vulnerar los principios y derechos consagrados en los artículos 9.3, 14, 23.2, 27 y 103.3 de la Constitución Española”.
Además, alerta de que esta propuesta legislativa de la Generalitat “únicamente se refiere a centros educativos sostenidos con fondos públicos”.
El sindicato advierte de que “como consecuencia de este proyecto de decreto nos podemos encontrar con potenciales servidores públicos que no tendrán la posibilidad de concurrir en igualdad de condiciones al acceso a la función pública debido al momento en que iniciaron sus estudios o, incluso, a causa de los distintos centros educativos en los que hayan recibido su enseñanza”.
Las Universidades valencianas han reclamado la retirada del proyecto de decreto del Consell que homologará sacar un nota de 7 o superior en la asignatura de valenciano en Bachillerato con la acreditación de C1 en esta lengua cooficial.
Esa medida "devaluará la acreditación del valenciano, desincentivará la adquisición de la lengua y consolidará el desprestigio social", consideran las Unidades por la Educación Multilingüe (UEM) de las Universidades de Alicante, València y Jaume I, el Departamento de Filología Catalana de la Universidad de Alicante, el instituto Interuniversitario de Filología Valenciana y Escola Valenciana.
A su juicio, la propuesta se ha hecho "sin una evaluación previa", señala un comunicado remitido por Escola Valenciana que añade que las distintas instituciones piden la retirada del proyecto de decreto del Consejo que regula el reconocimiento de la competencia lingüística de valenciano para la homologación de los estudios en el sistema educativo de la Comunitat Valenciana.
Según explican, la propuesta de decreto aporta como novedad que acredita un nivel B2 al alumnado que acaba el Bachillerato habiendo aprobado la asignatura de Valenciano: Lengua y Literatura en los dos cursos de esta etapa, y que reconoce un nivel de C1 al alumnado que acaba el Bachillerato con más de un 7 en esta materia en los dos cursos.
Según las entidades, "la propuesta no tiene un cimiento suficiente y comportará un perjuicio no solo al conocimiento que tiene la población del valenciano formal, sino, más todavía, al prestigio social de la lengua".
"La propuesta presupone que es equivalente una calificación numérica de una materia a un nivel de competencia lingüística de acuerdo con el Marco común europeo de referencia para las lenguas (MCERL), pero no tiene en cuenta que esta asignatura tiene contenidos y competencias no lingüísticas que también forman parte de la evaluación", aclaran.
Señalan que en este momento la administración no tiene información suficiente para acreditar que el alumnado que finaliza los estudios del Bachillerato ha logrado el nivel mínimo exigido de B2 de valenciano.
"No consta que se haya evaluado el nivel de lengua con que acaba el alumnado esta etapa educativa, y esta tendría que ser una medida previa a cualquier propuesta de homologación", indican para añadir que si se ha hecho la evaluación "los resultados tendrían que ser públicos y, en caso de confirmarse el logro del nivel, este sería un argumento a favor de la homologación".
También indican que la concesión de un nivel de C1 según el MCERL en las condiciones mencionadas "traiciona directamente el espíritu del MCERL: la distinción entre un nivel y otro en el MCERL no responde a una calificación numérica mayor o menor en la evaluación, sino a la adquisición de unos grados de competencia y de unos conocimientos diferentes que requieren, pues, instrumentos de evaluación también diferentes".
"La propuesta simplifica en extremo la evaluación de la competencia lingüística y no se ajusta al marco de referencia al cual se quiere meter", aclaran las entidades universitarias.
Consideran que la medida comportará "la devaluación" de los títulos de conocimiento de valenciano, que actualmente son expedidos por entidades acreditadas, centros de idiomas o instituciones universitarias, y "desincentivará la adquisición efectiva de la competencia comunicativa en esta lengua y consolidará la percepción del valenciano como una lengua de segunda".
"Se trata de una medida que se propone, además, en un contexto preocupante de minorización del valenciano, tal como demuestran los datos de uso social de la lengua que recoge la última encuesta de Conocimiento y uso social del valenciano (2022) de la Consellería de Educación.
Indican que en el supuesto de que la administración quiera establecer un mecanismo de homologación del nivel B2 de valenciano al alumnado que finalizo el Bachillerato, las entidades instan la Consellería competente a hacer una evaluación rigurosa de los resultados de la implantación del programa lingüístico PEPLI en el cuatrienio 2019-2022 que demuestre que se logran los objetivos que establece la ley en cuanto al nivel de valenciano del alumnado al acabar la etapa.
El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza del País Valenciano (STEPV) ha presentado alegaciones al decreto de homologación de títulos de valenciano que establece que se obtendrá el C1 de Valenciano con la superación de la asignatura de valenciano en primero y segundo de bachillerato con un 7 de nota, y ha pedido su retirada.
El STEPV recuerda este martes que la ley de plurilingüismo (2018) establece que se acreditarán las competencias orales y escritas equivalentes al B2 en castellano y valenciano en el alumnado al acabar los estudios postobligatorios (como es el caso del bachillerato).
También establece la ley que en el plazo de cuatro años después de la aplicación del PEPLI (Proyecto lingüístico de cada centro) en cada etapa educativa se evaluarán los resultados.
"Todavía no han pasado los cuatro años establecidos -de hecho en bachillerato este es el segundo curso en que se está aplicando el PEPLI- y, por lo tanto, no se han evaluado los resultados de la aplicación del plurilingüismo en ninguna etapa educativa", afirman.
Por este motivo, señala el Sindicato, "ya no tiene sentido modificar el nivel de acreditación del valenciano" y añade que "además, elevarlo a un C1 tiene menos sentido todavía, puesto que no es función ni del profesorado de valenciano ni de la etapa de bachillerato acreditar ningún conocimiento lingüístico, como la práctica se está exigiendo si el decreto va adelante".
Igualmente, añade, "fijar como nota un 7 es puramente aleatorio y no está justificado en ningún lugar. ¿Por qué no un 6 o un 8?", se preguntan desde el sindicato.
Además, afirman que "hay que tener en cuenta que en la asignatura de valenciano no solo se evalúan las competencias lingüísticas como la comprensión escrita y oral o la expresión escrita y oral, sino que hay otras muchas más competencias que se tienen que evaluar (en total 12).
"Por lo tanto, una nota numérica en el bachillerato no garantiza el nivel exigido para la obtención de un C1", asevera el STEPV, que recuerda que ya existen otras etapas educativas en que sí que se acreditan los niveles de lenguas, de acuerdo con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), como son las Escuelas Oficiales de Idiomas y los centros de formación de personas adultas.
Según concluye el sindicato, "por todo esto, y por otros motivos como la presión que se ejercerá sobre el profesorado de valenciano, STEPV pide la retirada del decreto".