VALÈNCIA. El pasado 3 de noviembre se produjo una visita de los Reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del Consell, Carlos Mazón, a Paiporta cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo. No había transcurrido una semana desde las inundaciones provocadas por la Dana que dejaron 224 víctimas mortales y, a día de hoy, todavía tres personas desaparecidas. En el municipio de l'Horta Sud, considerado la zona 0 de la catástrofe, se vivieron escenas de extrema tensión con gritos e incluso lanzamiento de barro a los representantes institucionales.
Pedro Sánchez fue sacado del tumulto por su equipo de seguridad después de que le fuera lanzado un palo, y la luna trasera del vehículo oficial terminó destrozada por el ataque de algunas de las personas indignadas que asediaron el coche cuando emprendía la huida. El presidente del Gobierno compareció posteriormente en el Cecopi en l'Eliana, fuera de la zona de tensión.
Esta fue la última vez que el también líder socialista visitó la provincia de Valencia, una circunstancia que ha sido especialmente criticada por el Consell presidido por Carlos Mazón y también por el PP liderado por Alberto Núñez Feijóo. Es más, tal y como suele ocurrir en política, cuando no se ocupa un espacio, este puede ser ocupado por otro dirigente o formación.
Días atrás, el propio Feijóo visitó diversos municipios afectados por la Dana (es cierto que lo hizo sin Mazón y ocultando su itinerario probablemente para evitar posibles abucheos) y en la jornada posterior celebró un acto con alcaldes en el que sí compartió espacio con el líder del PPCV, al que respaldó públicamente en su gestión.
No sólo eso. Feijóo volverá este lunes a Valencia, en este caso para protagonizar un encuentro con los representantes de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y con el Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana. Una nueva visita con la que el presidente nacional del PP quiere hacer más visible su presencia en esta tierra en contraste con la prolongada ausencia de Sánchez en la provincia de la tragedia, especialmente si se compara con su atención a otras zonas que vivieron en su momento una catástrofe natural, como fue el caso de la erupción del volcán de La Palma, isla que visitó en numerosas ocasiones.
En este sentido, ante el PSPV-PSOE que lidera la ministra Diana Morant, se presenta un reto nada sencillo de afrontar en las próximas semanas salvo que Sánchez dé un giro a su política de comunicación y presencialidad respecto a la Dana: la defensa de un presidente ausente. Una crítica que amenaza, por goteo, en convertirse en un problema para la imagen de la formación socialista en la Comunitat Valenciana.
Curiosamente, en el horizonte de la agenda una fecha llama la atención en el calendario de eventos: el próximo congreso nacional del PSPV que tendrá lugar del 31 de enero al 2 de febrero, es decir, dentro de dos semanas. Un cónclave que servirá como espaldarazo para reelegida Morant y que, en condiciones normales, debería ser una cita apropiada para una visita de Pedro Sánchez, quien ya estuvo presente en el congreso extraordinario celebrado el año pasado en Benicàssim.
Fuentes socialistas consultadas por este diario , aunque confían en la presencia de Sánchez, señalan que es demasiado pronto para conocer si el líder del PSOE acudirá a esta cita y, algunos dirigentes, opinan que debería visitar Valencia previamente en algún otro momento, dado que de lo contrario, su primera aparición en la provincia afectada después de la tensa visita a Paiporta, sería un acto del partido alejado de la zona cero de la catástrofe y también de los objetivos de reconstrucción en los que viene trabajando el gobierno que dirige.