VALÈNCIA. “Sin él las cosas no las veríamos como las vemos”. Con estas palabras el director del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), José Miguel G. Cortés, resumía la aportación “fundamental” del artista ruso Alexander Ródchenko (San Petersburgo, 1881-Moscú, 1956) al mundo de la fotografía y el diseño gráfico. Con una exposición comisariada por Joan Ramón Escrivà, el museo suma una selección de más de un centenar de piezas, una muestra “de formato pequeño, pero con mucha obra” que se podrá ver hasta el próximo 26 de agosto. “Es uno de los creadores del constructivismo, un movimiento que se constituyó el 18 de marzo de 1921 con la participación de un colectivo de artistas que decidieron abandonar la pintura de caballete para iniciarse en la creación de un nuevo tipo de arte”, reflejó el comisario durante la presentación de la muestra.
La exposición incluye algunos hitos del diseño del libro de vanguardia como Pro eto (Sobre esto), un poemario de Vladímir Mayakovski para el que Ródchenko diseñó su portada, así como un conjunto de fotomontajes para su interior. Este libro se convirtió en el primer libro de poesía de la historia ilustrado con la técnica del fotomontaje. La exposición también incluye la colección de la revista LEF cuyas portadas fueron diseñadas por Ródchenko y en las que publicó sus ensayos sobre la fotografía de vanguardia, así como los carteles de la Historia del Partido Comunista "que realizó utilizando la técnica del fotomontaje, una innovación fundamental en la cartelería de la época". La muestra relata una ruptura con lo establecido, una evolución que, en este caso, se topó con un freno por parte del gobierno.
"Es un artista trascendental para entender la nueva cultura artística que surgió a principios del siglo XX por sus radicales aportaciones a la fotografía, el diseño gráfico, la escenografía y la pintura", expresó Cortés durante la inauguración. Así las cosas, la exposición incluye un apartado relevante dedicado a la revista propagandística URSS en construcción impulsada por Stalin y en la que participó Ródchenko y su mujer, la artista Varvara Stepánova, diseñando varios ejemplares. Estas piezas reflejan el pulso entre la pervivencia de los recursos de composición propios de la vanguardia constructiva de los años veinte y la necesidad de convertir al imagen fotográfica impresa en un componente fundamental de las estrategias propagandísticas de generación de veracidad por parte del régimen estalinista.
Durante esta época, el artista ruso había evolucionado su fotografía a un desarrollo conceptual que acercaba cada vez más su trabajo a la fotografía documental y al fotorreportaje, en un contexto político en el que el régimen soviético perseguía a los representantes de la vanguardia. En este punto, el ruso captaba con su cámara patios o las calles de Moscú, siendo sus conocidas imágenes de edificios en picado y contrapicado realizadas en la calle Miastnitskaya, que empiezan a ser admiradas en los circuitos de vanguardia. "Es un artista innovador que amplió nuestras emociones y transformó nuestros conocimientos", añadió Cortés.
La exposición, que se presenta en la galería 3 del museo, viene acompañada por otra muestra en la biblioteca que completa el discurso, un proyecto documental de pequeño formato comisariada por Irene Bonilla bajo el título Un futuro en construcción. El libro soviético en el IVAM. "La muestra se centra en las publicaciones de los años veinte y principios de los treinta, época de esplendor de la vanguardia constructivista", explicó Bonilla sobre unas publicaciones que "propiciaron una auténtica revolución en la manera de entender el libro". Este proyecto de completa con una selección de cincuenta piezas del diseño soviético de la colección del IVAM realizadas por artistas como El Lisitski, Gustav Klucis, los hermanos Vladímir y Geórgui Sténberg, Kasimir Malevich, Solomon Telingater, o por mujeres clave en el desarrollo de la vanguardia rusa como Natalia Goncharova, Várvara Stepánova, Natalia Pinus, Valentina Kulagina o Liubov Popova.