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¿ganar dinero a corto plazo o espíritu de empresa?

Cuando la venta de 'startups' puede convertirse en un problema nacional

20/03/2023 - 

VALÈNCIA. Declarando, por la compañía tecnológica noruega Visma; Jetlore, por Paypal; Hola Lucas, por la finlandesa kodit.io, Ticketea, por la estadounidense eBay; Glovo por Delivery Hero; Clicars por Aramis Group…Son startups todas ellas con final feliz para los emprendedores y, más aún, para los inversores: el exit.

“Hoy es un día muy especial para el equipo de Clicfunds y para el sector de #Fintech en España y Europa. Por fin podemos anunciar que Clicfunds ha sido adquirida por Outfund, empresa líder del Reino Unido de Revenue based finance (financiación no dilutiva para empresas en fase de crecimiento)”, anunciaban a bombo y platillo los responsables de la startup Clicfunds en su cuenta de Linkedin el cierre de la operación de venta.

Que una startup nacida en España sea finalmente adquirida por una multinacional o una gran empresa extranjera, siempre es motivo de celebración. Significa por lo menos dos cosas: que no estamos faltos de talento emprendedor y que somos capaces de desarrollar tecnologías novedosas de impacto global.

Pero están también los que se empeñan en ver la otra cara de la moneda y advierten del riesgo que supone la alegría con la que vendemos las startups nacidas en nuestro país. Una de esas personas que se empeña en poner las cosas blanco sobre negro es el mismo director general del CDTI, Javier Ponce Martínez.

“La pregunta que le hago yo a los emprendedores es si quieren ganar dinero en el corto plazo o si lo que tienen es un espíritu de empresa para crear una organización que genere empleo y productos o servicios innovadores en el mercado durante un periodo de tiempo largo, que es lo que necesitan las empresas para consolidarse. En dos años podemos poner en práctica una idea que tenga valor en el mercado y conseguir que te la compren, pero no consolidar una empresa. Eso es lo que nos está empezando a ocurrir”, dice Ponce. 

Mano de obra cualificada para terceros

Acusa también el director del CDTI al ecosistema de haber aprendido muy bien a impulsar el nacimiento de nuevas empresas disruptivas, pero que luego “no sabemos proteger”. La principal consecuencias de ello es la fuga del conocimiento nacional, muchas veces desembarcado en multinacionales extranjeras que no pagan impuestos en España “con lo cual acaban aprovechándose de todos los recursos públicos que el país haya podido destinar a esos emprendedores y emprendedoras con un talento excepcional para arrancar su startup. Un beneficio que, sin embargo, el Estado no recupera porque la tecnología es rentable cuando se implanta de forma masiva en los mercados y eso tarda un tiempo. Si vendemos al tercer o cuarto año, la rentabilidad se la va a llevar el que implante de manera extensiva esa tecnología”.

Pedro Mier, presidente de Ametic (asociación de la industria digital), reconoce también que la excesiva venta de startups puede considerarse como un problema, aunque cree que lo compartimos con todos los países del territorio comunitario. 

Una forma de retener el talento emprendedor en nuestro país, a la vez que permite a las startups a ampliar su potencial de negocio y seguir creciendo, es cuando se produce una integración adecuada de esa empresa nueva en alguna gran corporación española. El problema es que el maridaje no siempre sale bien, lo que lleva a muchas startups a decantarse finalmente por la desinversión. 

El 2022 fue un año de enfriamiento de la inversión en startups en España con una caída del 20% a respecto a 2021, según el Observatorio de Startups de la Fundación Bankinter. Sin embargo, los exits crecieron hasta un total de 81 frente a los 68 del año anterior, pero por un volumen total un 64% menor: 1.285 mi€ frente a los 3.606M€ de 2021. El valor total de las desinversiones en 2022 es también inferior al valor de los exits protagonizados 2020, cuando alcanzó los 2.613 millones de euros con tan solo 47 operaciones. Conforme a estos datos, la primera conclusión que se extrae es que cada vez vendemos más startups y más baratas.

Equipo de Vass

Honrosas excepciones

Al otro lado de la balanza, con un peso muy inferior, se hallan aquellas startups nacionales que crecen a golpe de adquisiciones. Uno de los casos más llamativos corresponde a la tecnológica VASS que hace solo unas semanas anunciaba la compra de la estadounidense Copilot, una consultora especializada en servicios de consultoría para Salesforce, cloud y datos, principalmente en el sector financiero. 

Se trata de la novena adquisición desde que el Grupo VASS pusiera en marcha el plan estratégico VASS@400 con el que la consultora digital se propone alcanzar los 400 millones de facturación en 2025. El grupo ha adquirido startups españolas, pero también la sueca Zington, la mexicana Hexagon o la suiza One Inside. El mismo Francisco Javier Latasa, CEO de VASS, anunciaba en su perfil de Linkedin: “Estamos trabajando para crear un campeón mundial español en los próximos 5 años”.

Gigas, operador español de servicios convergentes de telecomunicaciones, cloud, conectividad y ciberseguridad, es otra de las organizaciones que han llevado a cabo distintas operaciones de adquisición, entre otras, el operador portugués ONI, que se valoró en 39,5 millones de euros, o a la catalana TPartner Network Services, una empresa especialista en UCaaS y en la prestación de soluciones complejas de voz fija y voz IP, así como diseño, despliegue y mantenimiento de redes empresariales y centralitas telefónicas

La operadora de telefonía MásMovil es otra de las que han apostado por el largo plazo y sin problemas para consolidarse en España y proyectarse al resto del mundo.

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