Hoy es 12 de octubre
VALÈNCIA. Cullera cierra con gran éxito de participación las jornadas técnicas de Destinos Enogastronómicos, organizadas por Saborea España y que han culminado con una jornada de aproximación a los productos km0 de la capital turística de la Ribera.
La ciudad reivindica así su apuesta por el producto de proximidad y la producción local como base de su estrategia por un turismo gastronómico sostenible. En ese sentido, el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha defendido los productos Km0 como "reflejo de la herencia cultural y gastronómica de Cullera. El apoyo a estos productos ayuda a conservar tradiciones culinarias y métodos de producción únicos, que contribuyen a generar empleo y hacen más fuerte los lazos de pertenencia dentro de nuestro territorio".
Además, ha incidido Mayor, "Cullera es un destino gastronómico por excelencia, e indudablemente, a ello ha contribuido el cultivo de nuestro producto estrella: el arroz, y el impulso que nuestros agricultores y hosteleros por el uso y la promoción de nuestro producto local".
La ruta ha comenzado con una visita a la destilería Cerveró. Única destilería de la Comunitat Valenciana que produce cazalla y otros productos artesanales con alambique en combustión con leña de naranjo.
A continuación, los participantes se han desplazado a un campo agrícola de plantación de sandías, donde han tenido la oportunidad de degustar productos de la huerta recién recolectados por los productores locales, para continuar con la visita al Museo del Arroz y a la ermita dels Sants de la Pedra. Desde allí han podido disfrutar de vistas ponorámicas de los arrozales y del parque natural de la Albufera, así como bajar a los campos de arroz, donde un productor local ha explicado el proceso del cultivo del arroz, sus variedades y la denominación de origen.
El almuerzo ha consistido en una cata comentada de productos locales de Cullera, con presencia de productores y restauradores, en la que han podido degustar gamba blanca, pescadito frito, productos de la huerta, arroces, buñuelos de calabaza, repostería típica y agua limón de Cullera.
Tras la comida, un tren turístico trasladará a los participantes al puerto fluvial para ver llegar las barcas y la descarga del pescado que se subastará en la lonja.
Las conclusiones de las jornadas han puesto de relieve la importancia de la consolidación de la sostenibilidad social en el turismo gastronómico, y han destacado la necesidad de impulsar políticas locales que apoyen la sostenibilidad, la coordinación entre administraciones y sector privado, y el desarrollo de experiencias turísticas personalizadas y auténticas.
Además los talleres prácticos han demostrado cómo la innovación y la sostenibilidad pueden coexistir y prosperar en el turismo gastronómico, sin renunciar a mantener e impulsar las tradiciones y la historia de los destinos.