VALÈNCIA. (VP/EP). La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte ha organizado rutas gratuitas por los yacimientos de arte rupestre del macizo del Caroig durante todos los últimos sábados de este año.
Así, cada sábado se visita uno de los siguientes yacimientos de arte rupestre: icnitas de dinosaurios de Tambuc y abrigo de Vicent de Millares, Cinto de las Letras de Dos Aguas, abrigo de Voro de Quesa y abrigo del Garrofero de Navarrés.
El objetivo es difundir el rico patrimonio cultural que conserva el territorio valenciano y que los ciudadanos se aproximen a la historia y la cultura que se alberga en los yacimientos rupestres reconocidos patrimonio mundial por la Unesco desde 1998, explica el departamento que dirige Vicent Marzà en un comunicado.
Las visitas no necesitan de reserva previa, duran unas 3 horas aproximadamente y comienzan a las diez y media de la mañana en los lugares indicados para cada salida. Los desplazamientos se realizan en los coches particulares de los visitantes y están guiados por el personal del Ecomuseo de Bicorp y la empresa Arquivolta. Patrimoni i Societat.
Las icnitas de dinosaurios de Tambuc y el abrigo de Vicent de Millares son dos yacimientos separados por el tiempo, pero unidos en el espacio. En esta salida, se vistan las huellas fosilizadas de los últimos dinosaurios que pisaron la Tierra, durante el Cretácico superior, hace ahora unos 80 millones de años, período que tiene en este uno de los mejores referentes peninsulares por la calidad y la cantidad de los restos paleontológicos.
En el otro extremo, ya durante el Neolítico y con una antigüedad de unos 7.000 años, el abrigo de Vicent cobija un modesto pero muy interesante conjunto de arte rupestre levantino en el que se pueden ver diversas escenas de caza, entre otras figuras animales, y resulta el complemento perfecto a la visita.
En el Cinto de las Letras de Dos Aguas, se puede visitar unos de los paneles más sorprendentes del arte levantino valenciano. Es uno de los principales yacimientos del macizo del Caroig y destaca por la calidad de los detalles de la vestimenta y complementos de las figuras humanas, masculinas y femeninas, ricamente adornadas, lo que permite la aproximación a los modos de vida y el día a día durante el Neolítico valenciano.
Al sur del territorio, en la vertiente norte del río Grande, se abre el abrigo de Voro de Quesa. Aunque destaca y es conocido por el magnífico desfile de guerreros que, arqueando sus piernas y profusamente vestidos y armados, danzan en fila india, el visitante descubrirá un inmenso panel donde las figuras humanas, muchas de ellas de mujeres, y las figuras animales interactúan y se alternan a lo largo de un largo panel que no deja a nadie indiferente.
En la ladera opuesta, el abrigo del Garrofero de Navarrés se revela como un tesoro gráfico del arte levantino del Neolítico. En el centro del abrigo, destaca una escena de monta de cabra montés que sorprende por su singularidad. Pero no es la única: un sinfín de figuras jalonan la pared y muestran un abrigo que ahora, después de un largo letargo, sale a la luz.