Cultura y Sociedad

250.000 ASISTENTES

El Arenal Sound apunta a mejoras de calidad con el público en el bolsillo

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VALENCIA. Desde la aparición del Festival Independiente de Benicàssim (posteriormente, con la entrada de Heineken como patrocinador principal, Festival Internacional de Benicàssim), los macrofestivales de música vinculada al rock han ido reproduciéndose a lo largo de la Comunidad Valenciana. Durante los últimos 20 años, los que ha cumplido este 2014 el FIB, las condiciones climatológicas y las infraestructuras turísticas han propiciado que no pocas iniciativas privadas y ayuntamientos se hayan animado a destronar al pionero local. Un modelo de negocio, por cierto, que ya vino replicado de otros eventos como los festivales de Reading o Leeds.

Han tenido que pasar dos décadas, una burbuja económica y su posterior estallido, para que otra ciudad castellonense, a 29 kilómetros de Benicàssim, haya ganado la batalla de la asistencia, aunque no por primera vez. Este ha sido, seguramente, el año de la consolidación para el Arenal Sound que hace apenas unas horas cerraba su quinta edición con 250.000 asistentes repartidos durante casi una semana. Por tercer año consecutivo vendían todas las entradas, confirmando que su asistencia ha alcanzado la plenitud de lo que -a veces, a duras penas- asume la playa del Arenal en Burriana.

David Sánchez, director del festival, ya apuntaba ayer en las conclusiones del mismo que la intención de la organización es la de mejorar la calidad. La producción es maleable a partir de ahora con la batalla del público ganada frente a otros festivales. Y es que las cifras con las que se opera en cuanto a la logística y los servicios en un festival por el que circulan 50.000 personas durante casi una semana pegada a la playa es difícil de abarcar, pero en este caso el Arenal Sound ha demostrado que, en esta década, la posterior a la crisis -un mayor poder adquisitivo por parte del público joven, muy mayoritario en estas citas- el éxito pasaba por captar primero al público masivo y más tarde muscular las ramas de la excelencia. Que duda cabe que el camino de la mayor parte de sus predecesores fue el contrario, pero era otro momento sobre todo económico.

Por su parte, el Ayuntamiento de Burriana, con José Ramón Calpe al frente, volvió a mostrar su confianza en el festival. Una confianza que, especialmente en su segunda edición, ha tenido sus altibajos por la siempre difícil convivencia del entorno turístico de la ciudad y la masiva asistencia de los sounders al festival. En cualquier caso, el propio consistorio apostó en su día con la organización por la consoldación de la fecha como motor generador de turismo y marca para Burriana, y ahora el acuerdo muestra que en un tiempo récord -cinco años- aquella apuesta también del gobierno municipal es la de mayor éxito por asistencia de público de la región.

LUCES Y SOMBRAS DEL ARENAL SOUND 2014

 

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