VALENCIA (CP). El arquitecto valenciano José Ignacio Casar Pinazo es el principal candidato a suceder a Paz Olmos al frente del Museo de Bellas Artes de Valencia, San Pío V. La decisión se adoptó la semana pasada y así se le comunicó al propio interesado.

Con su nombramiento se cubrirá el vacío de poder suscitado tras el cese de Paz Olmos. Casar Pinazo se unirá a Miguel Ángel Piqueras, quien ocupa el puesto de gerente desde hace unas semanas tras la marcha de su antecesor Antonio Bravo. 

Biznieto de Ignacio Pinazo y cabeza visible de los herederos de la saga de artistas de Godella, Casar Pinazo es un reconocido arquitecto de la Conselleria de Cultura, que ha participado en trabajos como la restauración de la iglesia de Santa Catalina de Valencia.

En relación con la gestión cultural, Pinazo dirige desde 1999 la Casa Museo Pinazo que conserva y exhibe, los fondos artísticos de la saga de artistas. En su trayectoria destaca la gestión de equipos humanos, tanto en el sector privado como en el público, donde hasta ahora ejercía el cargo de Jefe de servicio de Promoción Cultural.

En palabras del conseller de Cultura, Vicent Marzà, "el perfil de José Ignacio Casar Pinazo se ajusta a la perfeccción a la situación actual del San Pío V, puesto que se trata de un profesional de la casa que conoce en profundidad la realidad del museo y puede lograr con todas las garantías los retos técnicos, organizativos y de conservación de los fondos artísticos que presenta la primera pinacoteca valenciana".

Según la Generalitat, José Ignacio Casar Pinazo es un arquitecto "experto" y con "capacidad contrastada" para la coordinación de las obras de ampliación del recinto y para "lograr las cuestiones relacionadas con las instalaciones, la vigilancia y, en general, la revisión y la actualización de los protocolos para mejorar el funcionamiento de la institución", que a mediados de agosto sufrió un robo de obras de pequeño formato almacenadas en una caseta anexa al museo.

El nombramiento de Casar Pinazo contribuirá a realizar un mayor control por parte de la administración valenciana a la criticada ampliación que está realizando el Ministerio de Cultura, que ha incluido desperfectos en la fachada y ha provocado grietas en algunas de las salas, y que se halla muy lejos de cubrir las necesidades del centro.