Cultura y Sociedad

El arte electrónico y sonoro resuelve a qué suena Valencia en La Rambleta

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VALENCIA. Valencia es una ciudad sonora. Muchos de los testimonios recogidos por el artista sonoro Edu Comelles destacan sus gritos, su bulliciosidad e incluso su contaminación acústica. Todas esas voces se exponen ahora con forma de telaraña gigante en el Espai Rambleta, como punto final de la I Beca de Investigación y Producción Artística concedido por este centro cultural.

Comelles destaca que, este tipo de instalación artística "no sería posible sin iniciativas como la del Espai Rambleta. En origen, es solo una idea: la de mapear valencia a través de sus sonidos para hablar de su propio sonido". El también músico, responsable de la discográfica de arte sonoro y música experimental Audiotalaia, recorre las opiniones y visiones del sonido en De boca en boca, que a partir del 29 de enero ocupará la Sala de Exposiciones de la Rambleta.

En suma, 32 altavoces conectados por 150 puntos de soldadura recogen de forma aleatoria 1.000 respuestas. Comelles ha recorrido los barrios de Valencia para conocer esas opiniones y ha desarrollado él mismo el lanzamiento aleatorio de los testimonios a través de los 450 metros de cable de audio. "El tránsito por la exposición está concebido como individual, aunque durante su estancia me interesa mucho ver cómo reacciona la gente a la propuesta", apunta el artista.

El paisaje sonoro de la ciudad encuentra ideas sencillas en las respuestas de sus vecinos, pero en suma acumula una propuesta compleja, heterogénea y que crea paseos casi infinitos a partir deImagen de la instalación previa al montaje definitivo de 'telaraña' con los altavoces suspendidos en la estructura todas las posibilidades. "La pregunta de partida siempre es ‘¿A qué suena Valencia?' y he encontrado algunas respuestas recurrentes según los barrios, como las campanas o el afilador, pero también ideas totalmente distantes a los lugares comunes", añade.

Con la colaboración en la gestión del Espai Rambleta, los técnicos del mismo, la experiencia expositiva es casi única en su especie dentro de la ciudad. "Para mí también tiene un carácter de test, por lo que me interesa mucho cuál sea la respuesta del público. Aunque es un proyecto que parte de mi subjetividad, los relatos son de otros por lo que el recorrido es distinto", apunte Comelles.

La exposición ya cuenta con un segundo destino, Figueres, en Girona. Comelles ya trabaja en la preinstalación de la obra como una de las ramas profesionales que mantiene activas en este momento. Entre otras, también suma la promoción y dirección del Off_Herzios que tuvo lugar hace unos meses en La Gallera, aunque su segunda edición ya no será en este icónico espacio tras cesar su colaboración con el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana.

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