VALENCIA (A. MOHORTE). El pensador florentino Nicolás de Maquiavelo es uno de los teóricos de la política más repudiados, pero también el más reditado, analizado y, sin lugar a dudas, el más popular. La máxima "el fin justifica los medios" resume su pensamiento, aunque cada cual puede plantear sus propios fines y definir cuáles son los medios que está dispuesto a utilizar.

Con esta premisa, la web de márketing y comunicación lenguajecorporal.org propone un test para saber el nivel de maquiavelismo de sus lectores. Aunque otros pensadores son condierados como referentes en la definición del "deber ser", el planteamiento fundamentalmente práctico del maquiavelismo, aprovechando lo mejor y también lo peor de la personalidad humana, cuenta con un magnetismo del que resulta díficil encontrar antídoto.

A través de veinte preguntas con cinco posibles respuestas cada una que van desde 'Totalmente de acuerdo' a 'Muy en desacuerdo', el sistema ofrece al final un análisis de la personal en función de su proximidad al legado del diplomático italiano.

LAS MÁXIMAS MAQUIAVÉLICAS 

Entre las afirmaciones sobre las que el cuestionario plantea la opinión del interesado se encuentran máxima como que si cree que  "la mayoría de quienes tienen éxito tienen una conciencia limpia y una conducta recta", si "quien confía a ciegas en otra persona, se está buscando problemas" o si "uno debería actuar sólo cuando es moralmente correcto".

Porque, sinceramente, ¿"la mayoría de las personas son, en esencia, honestas y de buen corazón" o "siempre es más seguro asumir que las personas tienen un lado oscuro que puede aflorar en cualquier momento"? En resumen: ¿"la honestidad es prioritaria en todos los escenarios"?

La puntuación que se obtiene al final del texto va de 0 a 100. Cuanto menos se obtiene, más próxima está la persona a la beatitud y la inocencia, mientras que con la máxima puntuación el test sentencia que "definitivamente, eres el discípulo maquiavélico predilecto. Has aprendido a no confiar en nadie, y a poner tus intereses por delante de cualquier otra cosa; eres capaz de usar la intriga y poner a un lado los principios morales que nos sostienen como civilización, con tal de escalar y lograr tus objetivos (nada caritativos o considerados con los demás, por supuesto)".